Empresario y dueño de una fábrica de automóviles
Louis, ciclista victorioso en francia
En uno de sus autos de carreras
Con su herma no gastón en indianápolis
Louis chevrolet, recordista mundial de velocidad en automóvil

La mayor compañía de la industria automotriz mundial, es la norteamericana General Motors (GM). Y su marca más popular, Chevrolet, la cual aporta hoy día millones de dólares a la corporación GM. En 1911 Chevrolet llegó al mercado y aún se mantiene con éxito. Louis Chevrolet, fue quien inventó y dio su nombre a esta marca, nunca hizo fortuna y murió casi pobre.

Ante todo debo aclarar que Louis Chevrolet no nació en Estados Unidos, sino en Suiza. Llegó a Norteamérica (Canadá, año 1900) a los 22 años y su trabajo inicial fue de chofer, “responsabilidad” que se le daba entonces a quienes tuvieran conocimientos de mecánica. Asimismo, la mayor afición de Louis no fue la de construir automóviles de calidad y bajo costo, como el Chevrolet, sino las carreras y sus veloces máquinas, donde se distinguió y conquistó fama. Corrió en La Habana. Tanto así que sus restos mortales descansan en Indianápolis, “La Catedral de la Velocidad” en automóvil de Estados Unidos. Y por último, su afición por las competencias no empezaron sobre cuatro ruedas, sino sobre dos: en bicicleta, actividad en la cual cosechó gran número de victorias. Pero veamos la interesante historia del hombre que dio su nombre a la marca más vendida de General Motors, la mayor compañía de la industria automotriz mundial.

LA FAMILIA CHEVROLET Joseph Felicien Chevrolet fundó su familia en la villa La Chaux-de-Fonds, enclavada en el Cantón Jura. Esta es una zona francófona (hablan idioma francés), al oeste del país. De oficio relojero (como tantos y tantos suizos), Joseph Felicien se casó y tuvo cinco hijos, uno de ellos: Louis Joseph, será el responsable de que millones de automóviles lleven como marca su apellido: Chevrolet. Louis Joseph nació el 25 de diciembre de 1878, en plena navidad. Y si su pueblo (La Chaux-de-Fonds) vistió galas ese día, fue por las navidades y no por el nacimiento de Louis Joseph. El desarrollo del sistema industrial capitalista de esos años, fue sinónimo de ruina para los pequeños artesanos y campesinos que trabajaban por su cuenta, situación de la que no pueden escapar la villa de La Chaux-de-Fonds ni la numerosa familia Chevrolet. La miseria ronda a la familia Chevrolet. Cuando todavía no había cumplido 8 años de edad, Louis junto a sus padres y hermanos, abandona Suiza en busca de nuevos horizontes. Cruzan la frontera y se establecen en la ciudad francesa de Beaune, capital de la región de Burgundy. Corre el año 1886 y la depresión económica no solo obliga a emigrar hacialos centros urbanos, sino que incluso allí, ahoga. El relojero Joseph Felicien está agobiado por la extrema pobreza que lo envuelve. Cerrados todos los caminos, la familia Chevrolet decide que sus cinco hijos dejen la escuela y se pongan a trabajar. Louis, cuyas dotes para arreglar todo tipo de aparato ya estaban a la vista, consigue empleo (con apenas doce años) en un negocio de bicicletas llamado Roblin. Sus primeros trabajos son de reparación, pero en la medida que adquiría experiencia y soltura, mejora y hasta llega a construir sus propias bicicletas. Su afición por las competencias le lleva a correr bicicletas.

EL JOVEN LOUIS Por esa época, sus mayores aficiones mecánicas se ponen a prueba. Cierto día llega al taller Roblin un acaudalado señor en su automóvil. Presenta algunos problemas surgidos durante su recorrido por los Alpes suizos y ha decidido llegar hasta este taller donde le dijeron, había un mecánico capaz de arreglarlos. Este es Louis, que entonces ronda los 17 años. Ni corto ni perezoso, Louis pone a punto el automóvil y el señor, agradecido, no solo le premia con una suculenta propina, sino que le aconseja cruzar el Atlántico e ir a Norteamérica. Este acaudalado señor, cuyo apellido se dice era Vanderbilt, fue uno de los grandes impulsores del automovilismo deportivo en Estados Unidos. Pero todavía es temprano para que Louis tome tal decisión. Se empeñaen las carreras de bicicletas y viaja a París, (donde hay muchos automóviles) para participar en las competencias de ciclismo que allí se organizan. A los 18 años gana su primera carrera importante en París, en un recorrido de 6.4 kilómetros. Es el principio de unas 30 medallas que ganará en ciclismo durante lospróximos 3 años. A estas alturas, nada de la bicicleta le es ajeno, incluso las fabrica a pedido, tanto de dos como de tres ruedas. Se muda a París y comienza a trabajar en la esfera del automóvil con la intensión de aprender a fondo la técnica. Probablemente no ha olvidado su conversación con Vanderbilt, cómo alabó su talento y el consejo de cruzar el Atlántico. El “sueñoamericano”, que ha llevado a tantos europeos a cruzar el “charco”, también florece en el joven Louis. Con el equipaje lleno de ilusiones y la esperanza de poder trabajar en algo ligado al automóvil, Louis Chevrolet se va a América a los 22 años.

CHEVROLET EN NORTEAMÉRICA No va a Estados Unidos, sino a Canadá, donde le han propuesto un empleo de chofer. Estuvo poco tiempo allí, ahorró un poco de dinero y se fue a Estados Unidos. A su llegada trabajó en la prestigiosa firma francesa De Dion-Bouton América, dedicada a la fabricación de automóviles. Luego fue contratado por el distribuidor de autos FIAT en Nueva York, con quien trabajó como mecánico y acumuló experiencias. Pero su afición por las competencias no decayó nunca y sacó tiempo de su trabajo para preparar automóviles con la idea de correr. Así, el 20 de mayo de 1905, compite por primera vez en la pista del parque Morris (Nueva York). Su triunfo es atronador, desde el inicio saca una clara ventaja a sus contrarios, su velocidad y conducción son impresionantes. No solo gana la carrera sino que rompe el récord mundial de una milla, con 52.8 segundos, a un promedio de 109.7 km/h. Louis Chevrolet salta a la fama como suelen hacerlo los “héroes americanos”, cruel y festinadamente. Por su acento francés (nació en la región francófona de Suiza) lo llaman “el francés loco” debido a su temeridad al tomar las curvas y su veloz conducción. Despojado públicamente de su nacionalidad de origen, recibe como premio un reloj (al hijo del relojero) con la inscripción del donante: P. Chrysler (uno de los grandescompetidores comerciales de Chevrolet). Puro humor negro del destino. A la “felicidad” que significa ser famoso en Estados Unidos, se suma su matrimonio ese propio año 1905. Motivado, se emplea a fondo en el desarrollo de autos de carreras. Ayuda a construir y desarrollar el “Big Bear”, con motor V8 de la marca Darracq. Con este bólido establece un nuevo récord mundial de velocidad: 191.5 km/h en 1906. Louis se mueve en el mundo automotor norteamericano y, cierto día, que se encuentra en la compañía constructora de automóviles Buick, conversando con David Dumbar Buick, conoce a William Crapo Durant, el hombre que fundaría General Motors en 1908.

CHEVROLET SE HACE MARCA Probablemente Louis Chevrolet nunca pensó ponerle su nombre a una marca de automóviles,pero por esas cosas del destino, se le puso y, además, ese auto fue todo un éxito comercial. Nada de auto de competición ni veloz, como soñaba seguramente Louis (tan ligado a las carreras y la velocidad), sino un auto simple, fuerte y barato. Eso le pidió William Crapo Durant cuando ambos fundaron en la primavera de 1911 la “Chevrolet Motor Car Company”. Pero este “negocio” tiene sus antecedentes. Chevrolet disfrutaba de su fama como mecánico y corredor de automóviles y Durant era el presidente de General Motors (GM). En 1910 sacan a Durant de la presidencia de GM, entre otras cosas, porque Henry Ford triunfa escandalosamente con su Modelo T y GM no tiene un auto capaz de hacerle competencia. Despedido Durant, busca a alguien (o algo) que lo vuelva a catapultar a la presidencia de GM. Y ahí está aquel excelente mecánico suizo, famoso corredor de autos, sin fortuna pero con todo lo requerido para hacerla. Por eso, el 3 de noviembre de 1911 entra al mercado automotor de Estados Unidos, una nueva marca: Chevrolet. Su objetivo es competir en el terreno comercial con el Ford modelo T y para ello el suizo ha fabricado el modelo 490, cuyo precio es precisamente ese: 490 dólares. Luego viene el “Classic Six”, un touring sedan con cinco plazas y motor de seis cilindros en línea (6L), 4.9 litros de capacidad, que frisa los 25 km/h. Inmediatamente Ford siente la competencia, que todavía hoy perdura, a favor de Chevrolet desde hace 76 años. Este golpe comercial de Durant lo pone a bien, otra vez, con los accionistas de GM, que ven cómo ha sido capaz de establecer una fuerte competencia con su eterno rival. Pero la “luna de miel” entre Durant y Chevrolet no dura mucho. Durant es un hombre de negocios y Chevrolet un soñador a quien le gustan las carreras de autos. Finalmente, en 1913 (dos años después de constituida la marca Chevrolet), Louis vende sus acciones y se marcha de la compañía. Por su parte Durant, que ha recuperado el prestigio entre los accionistas de GM y que, además, con los éxitos de “su marca” Chevrolet ha comprado un buen número de acciones para sí, es nombrado Presidente de GM otra vez en 1917. Un año antes, había unido Chevrolet a GM como una constructora independiente. Así, sin proponérselo, Chevrolet salvó a Durant e hizo de GM la mayor empresa automotriz de la historia.

LOS AVATARES DE LOUIS Louis Chevrolet no se retiró de la industria automotriz. En 1914, un año después de vender sus acciones en la Chevrolet Motors Car Company, funda una nueva compañía, Frontenac, que luego forma parte del consorcio American Motors (desaparecido en los años 60 del siglo pasado). Louis sigue compitiendo en carreras locales y preparando autos suyos y ajenos por encargo. Otra empresa, la Monroe, le encarga la construcción de un auto de carreras. Este vehículo, conducido por su hermano Gastón Chevrolet, gana las 500 Millas de Indianápolis en 1920 y hace reverdecer los laureles de Louis. Pero no lo suficiente porque su empresa Frontenac se va a la quiebra. Así, Frontenac deja importantes diseños de automóviles sin realizar. Louis Chevrolet se dedica enteramente a las carreras. En 1925 gana (en su primer intento) el codiciado premio del Miami Regatta, pero tampoco esto le trajo alguna bonanza comercial. Viene a La Habana en varias oportunidades a correr (entre 1920 y 1928) en el antiguo hipódromo Oriental Park, que entonces lucía sus mejores galas. Más que carreras, en el Oriental Park habanero se hacían exhibiciones. Los pilotos norteamericanos hacían tronar sus motores y daban vueltas a toda máquina alrededor del improvisado circuito en óvalo, sobre pista de tierra. Chevrolet era muy aclamado por sus peripecias y temeridad. Algunos cubanos también corrían, pero sin resultados importantes. Los avatares del desafortunado (sin fortuna) Louis Chevrolet pronto lo hicieron un “viejo” de 56 años que andaba deambulando por las fábricas de la industria automotriz y esa imagen no era buena para el hombre que dio su apellido al auto más vendido de GM. Finalmente en 1934, GM “contrató” a Louis para que no hiciera nada, solo fuera parte de GM, en un acto de innegable responsabilidad moral. Pero este desagravio solamente duró cuatro años, en 1938 enfermó y tuvo que retirarse a vivir de una exigua pensión. Menos de tres años después, murió a los 62 años de edad. Los restos mortales de Louis Chevrolet descansan en Indianápolis, junto a los de su hermano Gastón. Como tributo a este gran hombre de la industria automotriz estadounidense y mundial, su nombre está inscrito en el Salón Internacional de la Fama del Deporte a Motor, en la ciudad de Talladega, Alabama. Y a la entrada del museo Speedway, junto al circuito de Indianápolis, hay un busto que recuerda su brillante paso por el automovilismo mundial.