La diferencia más significativa entre un DS3 y un C3 es que el primero tiene una suspensión apreciablemente más dura, con reacciones apropiadas para aquellos que disfruten conduciendo, porque responde bien a las indicaciones del volante y tiene un tacto de dirección que facilita su conducción al ritmo que sea, especialmente en carreteras de curvas        cerradas. 

Desde que llegó al mercado en noviembre de 2009, el DS3 ha sufrido numerosas modificaciones en su gama de motores. La última en enero de 2013 con la llegada de la variante Diesel de 114 CV.

En función de la versión, la caja de cambios es manual de cinco o seis velocidades. En opción hay disponible una automática de cinco velocidades para el motor de gasolina VTi de 120 CV y otra manual pilotada (CMP), estructuralmente como una caja manual, pero sin pedal de embrague y con automatismos para los cambios de marcha para el diesel e-HDi de 92 CV. Las versiones e-HDi tienen un sistema de parada y arranque automático del motor en las detenciones. 

El equipamiento del DS3 es el normal en un coche de este tipo que no tiene un precio bajo; prácticamente no se echa en falta nada. No puede tener faros de xenón, aunque tampoco parecen ser necesarios, porque los que tiene de serie (halógenos) alumbran bien.

Una peculiaridad del salpicadero es que la guantera está más alejada del asiento del acompañante que en otros coches similares. Esto permite que el pasajero, si es necesario, vaya sentado algo más cerca del salpicadero liberando espacio para las piernas del ocupante trasero que va sentado tras él. Tiene un maletero que alberga un volumen de 285 L y un ancho de 95 cm, muy similar al C3.

EL DS3 se fabrica en la planta que Citroën tiene en Poissy (Francia). El aspecto casi definitivo del DS3 lo adelantó en el prototipo Concept DS Inside. Citroën comercializa tres modelos con la denominación DS: DS3, DS4 y DS5.