ASTON MARTIN
El primer emblema de la marca fue un diseño simple, se trataba de un círculo dorado donde se entrecruzaban las letras de color verde: A y Sr. El primero de los autos deportivos construido por la compañía Bamford& Martin tenía un motor Coventry Simplex montado sobre un chasis Issota-Fraschini. El segundo coche no apareció hasta después de la I Guerra Mundial.
Este segundo auto tiene un chasis de diseño propio y consigue vencer en la carrera de montaña Aston Clinton Hill, para entonces tomar el primer nombre de la competencia (Aston) junto al del ingeniero principal de la compañía (Martin). Con ese nuevo nombre (Aston Martin) se conoce la marca hasta el día de hoy.
El fondo de las alas desplegadas en el logotipo es un emblema que más tarde, en 1928, se le añadió al nombre. Estas alas representan la velocidad que desarrollan los autos Aston Martin, ya que para sus constructores estos modelos no corrían, sino volaban. En cuanto a colores, el blanco es el color dominante en este logo y ello significa un aspecto que la marca quiere trasmitir: la pureza que tienen sus automóviles, identificados por el color más puro.
En 1947 nace un nuevo logotipo que guarda el nombre Aston Martin en un rectángulo verde colocado en el centro de un par de alas desplegadas, tomado de un diseño inspirado en algunas de las figuras mitológicas griegas. El blanco de la pureza sigue siendo el color predominante, especialmente en las alas. El logotipo fue un diseño de S.C.H. Davis. Tras la II Guerra Mundial y bajo la dirección del ingeniero David Brown, quien tomó el control del Grupo en 1947 y lo fusionó con la compañía Lagonda, fue que la marca despegó en el mundo automovilístico. Se construyó una fábrica en Newport Pagnell y se le dio a los autos de la empresa las célebres iníciales de su director: DB.
El año 1959 fue el de los triunfos para la marca, que logró los dos primeros lugares en el famoso clásico Las 24 Horas de Le Mans y el Aston Martin DBR1 (David Brown Racing 1) se hizo con el Campeonato del Mundo de Marcas. En 2005 volvió a las competencias deportivas con el DBR9, entonces logró un exitoso tercer lugar en la categoría GT de Las 24 Horas de Le Mans.
La marca se hizo famosa, además, en las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, por los filmes del héroe inglés James Bond, el agente 007, quien usaba en sus avatares un auto Aston Martin. Después de una serie de dificultades financieras, la firma Ford Motor Company fue comprando la marca entre 1987 y 1993. wEn 2007 y tras el desembolso de 700 millones de euros por parte de un consorcio de empresas liderado por el grupo Prodrive, la marca volvió a manos británicas.