El nuevo Fabia, por tanto, no solo ha sido rediseñado por completo, sino que prácticamente mejora en todos los apartados y, gracias a la adopción de la plataforma modular MQB incluye elementos de equipamiento hasta hace poco impensables en un coche del segmento B, como el bloqueo de diferencial electrónico de última generación XDS+. Para elevar el atractivo de su sobria fisonomía, el Fabia se apunta de paso a la moda de la personalización, que a partir de las opciones exteriores e internas, de lo que Škoda llama Colour Concept, casi le da al comprador la oportunidad de elegir un coche único entre 125 combinaciones posibles.

Mientras, en el interior sigue contando con un habitáculo confortable a la vez que se ufana de poseer el maletero más capaz de su categoría, con una capacidad de 330 L que vale destacar, pues se trata de un coche que mide menos de cuatro metros y no prescinde de la rueda de repuesto; además de presentar todas esas soluciones 'Simply Clever', tan sencillas como ingeniosas, entre las cuales se incluyen desde una papelera en el hueco de la puerta hasta un soporte para tickets del parking o un rascador de hielo.

Y es que nada ha sido descuidado en este modelo que trae consigo una amplia oferta mecánica con motores poco sedientos como el diesel más potente de su gama, un 1.4 TDI de última generación y 105 CV, que a pesar de su cubicaje y número de cilindros no tiene que ver con aquellos poco refinados 1.4 TDI con sistema bomba-inyector que portara el Fabia durante la pasada década.

De hecho, este propulsor viene a suplir al 1.6 TDI de cuatro cilindros que, hasta hace meses, montaba la anterior generación del modelo y también tenía una variante de 105 CV, cifra que su sucesor consigue con un cilindro menos y con un cubicaje 200 cc inferior. Sin duda, un mérito para un vehículo que desde Škoda se congratulaen calificar como la “oferta más honesta” entre los urbanos de la actualidad.