Observación de Aves, una Gratificante Afición
Desde tiempos remotos el hombre se ha interesado por las aves, por eso constituyó para el una obsesión conquistar el cielo como ellas. Les rindió culto en las escrituras más antiguas, les cantó en diversas formas y las plasmó para siempre en innumerables imágenes en el transcurrir de las edades.
Las aves son uno de los grupos zoológicos más diversos, producto de la evolución ocurrida en millones de años que conllevó a la aparición en la tierra de miles de especies. Por demás han conquistado todos los medios: el aire, la tierra y el agua ubicándose hasta en los rincones más remotos del planeta.
¿Se imagina usted un paisaje sin aves? ¿Podría concebir un mundo sin el sonido característico de sus cantos? Descubrir cómo se alimentan, cómo construyen sus nidos, cuidan de sus crías o combaten por su territorio es algo que realmente fascina al amante de estas criaturas.
Las aves son apreciadas y útiles no solamente por sus valores estéticos sino porque realizan otras muchas funciones, como el control biológico de plagas, diseminación de semillas, polinización de plantas y juegan un importante papel en el equilibrio ecológico. Constituyen además un inestimable recurso para la alimentación, la caza deportiva y el turismo de naturaleza.
La observación de aves, antítesis de su cacería, es una actividad que puede aportar considerables beneficios científico-económicos a diversos países de ecosistemas limpios. El área insular caribeña dispone de alrededor de 558 especies de aves constituyendo nuestro archipiélago, con 371 especies la zona de mayor diversidad con un alto endemismo.
Cuba es además sitio de obligatoria parada de numerosas rutas migratorias de aves que crían en las zonas continentales, constituyendo también un asentamiento invernal de muchas especies que buscan un clima más benigno para su desarrollo.
Los retos del observador de aves En la avifauna cubana se incluyen 25 especies endémicas de las cuales un selecto grupo constituye un preciado tesoro que el observador de aves obtendrá después de no pocos sacrificios por lo intrincado del hábitat y la dificultad para localizarlas.
A este “ escurridizo “ grupo pertenecen las aves siguientes:
Ferminia Ferminia cerverai Descubierta por Fermín Cervera en las primeras décadas del pasado siglo su hábitat se restringe a los yerbazales de la Ciénaga Occidental de Zapata.
Gallinuela de Santo Tomás Cyanolimnas cerverai Especie muy difícil de observar debido a su conducta escurridiza conjuntamente con su entorno inhóspito, además se conoce poco de su ecología y reproducción.
Carpintero Real Campephilus principales En el siglo XIX esta ave era común en muchos lugares de la isla como las provincias de Pinar del Río , Matanzas y Guantánamo. Debido a la destrucción de los bosques ha tenido que internarse en lo más recóndito de la espesura de la región oriental. Algunos especialistas la consideran ya extinguida.
Incansables viajeras Año tras año las aves emigran desde su lugar de cría hasta el lugar donde transcurrirá la época invernal y posteriormente en sentido inverso. Se plantea que la razón de ser de este fenómeno es la búsqueda de mejores condiciones para su desarrollo y supervivencia.
En el área caribeña el período migratorio que ocurre en la época invernal se ubica entre los meses de agosto y noviembre existiendo un pico en octubre; a su vez la migración inversa ocurre entre marzo y mayo.
Algunos de estos visitantes temporales de nuestro país son:
Flamenco Rosado Phoenicopterus ruber ruber En Cuba esta es la única especie de las 5 existentes con presencia también en otras islas caribeñas como Bahamas, y en la península de Yucatán; en la mayor de las Antillas puede observársele en los cayos Coco y Romano, en la provincia de Camagüey.
Mariposa Passerina ciris Es una de las aves migratorias más bellas. El macho exhibe una combinación de colores en azul, amarillo, verde y rojo. Resulta raro observarla por la disminución de las poblaciones en Norteamérica.
Las bellezas del bosque. Según los especialistas la pigmentación del plumaje de las aves se relaciona con el hábitat que ocupen las distintas especies, de esta forma las aves de los bosques umbrosos poseen colores muy vistosos y las aves de regiones muy secas exhiben colores más claros. Por otra parte la diferencia sexual también produce individuos muy bellos en los machos, para reafirmar su atracción sexual por las hembras lo que a veces se hace más evidente en diferentes épocas del año como la previa a la reproducción.
Los observadores de aves se pueden deleitar en nuestro país con especies como el Aparecido de San Diego (Cyanerpes cyaneus), una de las aves más bellas que se observan en el archipiélago cubano con una combinación de distintas tonalidades que van desde el azul, el negro y amarillo en la cara opuesta de las alas. Resulta común en Pinar del Río, Santiago de Cuba y Guantánamo.
El Cabrero (Spindalis zena) posee una combinación increíble de colores en el plumaje en donde se mezclan el amarillo, negro, blanco, pardo y verde. Es común observarlo en toda la isla alimentándose de frutas.
Como hemos podido apreciar, las islas del Caribe, con sus numerosas reservas y parques naturales, constituyen un paraíso para los que gusten de la observación de aves. Cuba dentro de este contexto ocupa un lugar privilegiado debido a su posición intermedia entre las rutas migratorias norte-sur teniendo además una buena representación de especies endémicas de indudable valor científico.