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Foto: Rubén Ajá

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Estamos a punto de ser testigos de uno de los acontecimientos turísticos culturales más trascendentales de Cuba. Del 3 al 6 de mayo sesiona por primera vez en el oriente de Cuba. Cuando circule esta revista, la XXXVII Feria Internacional de Turismo (Fitcuba 2017) estará teniendo lugar en la provincia de Holguín, con Alemania como nación invitada de honor, haciéndola coincidir con la edición 24 de las Romerías de Mayo, como Festival Internacional de Jóvenes Artistas y Promotores Culturales, que aspira a ser mundial por ser único de su tipo. Los que hemos sido protagonistas de ambos eventos sabemos muy bien el significado de la coincidencia de ambos eventos.
Podrían decir los meteorólogos con toda seguridad que un huracán turístico cultural está sobre Holguín con categoría 5. Recién regreso de mis vacaciones allí —trabajo en el Ministerio de Turismo de Ecuador, específicamente en las Islas Galápagos— y pude constatar una atmósfera renovada en la ciudad y tantos avances positivos: el parque Calixto García renovado, los hoteles de ciudad ganando espacio, turistas asistiendo ya a la Plaza de la Marqueta, el nuevo Parque de Los Tiempos del maestro Cosme Proenza, y el Hotel Saratoga avanzando a buen paso.Disfruto del resultado, porque en el año 2008 la publicación cultural La Luz tuvo la osadía de publicar un artículo mío donde se alertaba la intención de convertir la antigua ferretería La Llave, espacio patrimonial, en otra tienda más, lo que provocó disímiles opiniones. Finalmente ganó Holguín, y tendrá su Hotel Saratoga, y al lado hasta una Bodeguita del Medio.
Para la concreción de este suceso tenemos que remitirnos a que Holguín ha querido ser una de las máximas expresiones de la integración cultura-turismo, desde el inicio del proyecto cultural del Hotel Pernik y sus habitaciones galerías, Gibara como sede del Festival del Cine Pobre durante más de una década, el empeño de más de veinte ediciones de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, los cinco Festivales de la Luna Llena en Guardalavaca, el tercer Premio Internacional de Danza Vladimir Málakhov, o las dos décadas y media de las propias Romerías de Mayo.
Rememoro el año 2009, cuando el territorio fue sede del Congreso Mundial de Turoperadores Franceses (Afat), y su éxito fue dado a que en Holguín los sectores de Cultura y Turismo andaban de la mano. Ya en mayo de 2010, el Mirador de Mayabe y Brisas Guardalavaca pusieron la nota alta con el cierre de Fitcuba 2010, que acogió la parte final del evento con un viaje hasta la Ciudad de los Parques, y el gran cantante cubano David Blanco les quitó el apetito a turoperadores y periodistas participantes en un concierto histórico, con sus versiones de «La bayamesa» y «Yo soy el punto cubano» junto a un grupo de niños estudiantes de violín de la Escuela Vocacional de Arte. Ese fue un hermoso día de locuras, como pide Silvio Rodríguez en su canción.
La muy acertada decisión del Mintur de otorgar a Holguín la sede de Fitcuba 2017 es una decisión estratégica, que convierte a la Ciudad de los Parques en la puerta del oriente cubano debido a su gran infraestructura y atractivos turísticos. Por ahora, me contento con mirar el suceso con una gran nostalgia y con el orgullo de haber aportado un granito de arena a esta integración. Durante esos días seremos la capital mundial del arte joven, un hervidero de más de cincuenta países y de cinco zonas geográficas del mundo, y estoy seguro de que los cientos de turoperadores y participantes quedarán impresionados con las vivencias que experimentarán.
La coexistencia de ambos eventos es un premio al esfuerzo de unos «locos» apasionados que siempre creyeron en la comunión de la cultura y el turismo. Bienvenidos a Holguín, queridos visitantes. Como nunca, la mesa está servida.