- Porque Aponte nos hace falta todavía.
Está naciendo, como de un parto largamente ansiado, la monumental escultura a José Antonio Aponte, la cual se alzará nueve metros fundida en bronce y acero, frente al mar y en territorio de Peñas Altas, el mismo sitio donde un negro carpintero ebanista lanzó quizás el primer grito de libertad, desconocido durante muchas décadas en la historia de Cuba.
«Es una escultura sonora. Él quería que se reconociera al esclavo como un ser humano, porque en aquella época se le consideraba como un animal, por eso es como su llamado contra la esclavitud, porque esta desgracia y vergüenza humana aún sigue en el planeta con otro ropaje. No es como quieren presentarlo: un problema de una parte del mundo, sino del mundo».
El regreso de Aponte
El artista Alberto Lescay Merencio habla de manera exclusiva para Arte por Excelencias, y explica que su obra se titula El regreso de Aponte «porque su espíritu está vivo en nuestra tierra, y es necesario reconocer sus valores en toda su plenitud, y del grupo de hombres que lo apoyaron en tiempos de la Revolución Haitiana».
«Es otro acto de justicia histórica a lo sucedido en 1811, una de las sublevaciones que los colonialistas reprimieron a sangre y fuego, a tal punto que luego de la ejecución pública, exhibieron el cráneo sangrante de Aponte en una jaula metálica en el mercado de Belascoaín, hoy Carlos III, como feroz escarmiento para los negros esclavos».
«Es para mí trascendente reconocer que es una solicitud de los historiadores e intelectuales cubanos a las autoridades del país, que han planteado esta necesidad desde hace casi diez años, incluso en los últimos congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Estamos a punto de ver este sueño realizado».
Conceptualización del monumento
«Llegamos a Peñas Altas como parte del proceso de investigación. Cuando visité el lugar sentí en mí el estremecimiento de su belleza, aquella interrelación de la naturaleza frente al mar, y cómo debe haber sido hace dos siglos, cuando aquel hombre extraordinario organizó un movimiento fuerte e influyente que la mayoría desconocemos».
El monumento se concibe como un parque para la contemplación y meditación, y será ubicado en la entrada a La Habana por la Vía Blanca, en los límites con la actual provincia de Mayabeque. Con el inspirador diseño de Luis Ramírez (DeKuba) y las labores del arquitecto José Antonio Limonta, se localiza en una explanada de más de trecientos metros cuadrados, donde se podrán realizar actividades conmemorativas, y en la que se mostrará gráficamente el heroísmo y trascendencia de esta sublevación.
José Antonio Aponte nació en La Habana. Fue un carpintero ebanista con una marcada vocación por las artes plásticas; sus dibujos fueron considerados como subversivos y utilizados en su contra como prueba de su pensamiento rebelde y antiesclavista.
«El Héroe regresa con su cabeza en alto, en sus manos el cráneo aún sangrante…», expresa la memoria descriptiva del monumento. «Sale rompiendo la jaula. De su cuerpo estilizado y la jaula cuelgan instrumentos de su oficio de ebanista, escultor y dibujante que, movidos por los vientos de Peñas Altas y al toparse unos con otros, crearán un ambiente sonoro en este entorno».