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PRÓXIMA A UNA NUEVA EDICIÓN, LA RECONOCIDA FERIA DE ARTE CONTEMPORÁNEO MEXICANA PERFILA SUS PROPUESTAS PARA ELEVAR SU ATRACTIVO

Aunque es «tierra avisada», porque todos esperan cosas novedosas de ella, las sorpresas de México DF no cesan. Sucede de año en año en Zona Maco, la Feria de Arte Contemporáneo que reúne allí a artistas, galeristas, coleccionistas, curadores y amantes de las buenas propuestas, clásicas o arriesgadas, llegadas del mundo entero.   
Otra vez el «temblor» que la obra auténtica provoca en el público más sensible tendrá su epicentro en el recinto ferial Banamex México, de la bella ciudad latinoamericana, entre el 8 y el 12 de febrero de 2017. En los amplios salones de la instalación, centenares de galeristas internacionales competirán con sus piezas por atraer las miradas —y no solo ellas— de los miles de asistentes que cada año van a enterarse allí de cómo los artistas re-crean nuestro mundo.
Porque una y otra parte saben lo que traen entre manos, desde la misma apertura suelen acordar ventas. Consolidado en el circuito artístico americano en virtud del poder de convocatoria y la altura de sus catálogos, el evento multiplicará sus ofertas en varias secciones: principal, nuevas propuestas, Zona Maco Sur, diseño y arte moderno. Esta última se incorporará en la cercana edición para mostrar creaciones de relevantes artistas de la primera mitad del siglo xx.
Mientras unos cuantos afortunados comprarán y llevarán a casa piezas admirables, el público dispondrá de un pleno banquete de apreciación gracias a que el comité de expertos realiza con tiempo una cuidadosa curaduría.
Gratamente perdidos en un mar de esculturas, orfebrerías, trabajos en madera, objetos inverosímiles, instalaciones, pinturas, fotografías, valiosas piezas antiguas…, los más de 35 000 asistentes que espera recibir Zona Maco 2017 tendrán a su disposición conferencias, encuentros del público con artistas y curadores, y otras actividades en espacios abiertos, museos, galerías de arte e instituciones de perfil cultural. 
Zona Maco mira el mundo sin perder la identidad de la región, de ahí que propicia, desde casa, la visibilidad de artistas mexicanos y latinoamericanos que al mostrarse en semejante vitrina apuntalan su muy merecido reconocimiento internacional.
Solo así, sobre el filo mismo entre la audacia y la tradición, lo autóctono y lo foráneo, el creador renombrado al lado del emergente, el quehacer sensible y el negocio responsable —aderezados con mucho rigor—, la feria mexicana ha logrado establecerse como referencia importante en el panorama mundial del arte y su mercado.
No más hay que verla. Nadie que pase por Zona Maco llega a casa con las manos vacías: unos adquieren una buena pieza; otros —los más ricos—, la llevan para siempre en la mirada.