Puerto Vallarta, Gastronomía
A esta riqueza de ingredientes se une la diversidad de culturas que han cultivado y transformado estos elementos, ya que en México hay 62 etnias originarias, con una forma particular de entender el mundo y por extensión la gastronomía, y que han sabido adoptar técnicas de otras culturas sin perder su esencia.
La cocina actual tiene sus fundamentos en las culturas que poblaron el país como la maya, la tolteca o la teotihuacana. Algunos de sus componentes básicos son el maíz, el chile, jitomates, frijoles, cilantros, aguacates o limones, pero se utilizan un sin fin de elementos como la vainilla, pimienta, flores, frutos...Las técnicas son infinitas, todo se mezcla para conseguir los resultados más sabrosos.
Además de los platillos principales como las enchiladas, tacos, tostadas, zopes o gorditas, son relevantes los dulces y las bebidas. Entre los dulces, el chocolate originario de México es uno de los principales; también el ate (queso dulce de frutas de guayaba o membrillo) o la cajeta (pasta dulce de queso de cabra), obleas etc.
En cuanto a las bebidas, el tequila es la bebida nacional, hecha de agave azul y originaria de Jalisco. También de este Estado es el tepache, bebida fermentada de cáscara de piña endulzada con piloncillo. El mezcal, conocido internacionalmente, se realiza con la base del agave quemado.
Puerto Vallarta ofrece una variedad gastronómica poco común en un destino turístico. Su encanto especial llega también a conquistar nuestro paladar, dándonos la oportunidad de elegir entre el glamour más sofisticado o la autenticidad más mexicana.
Recuerdo mi primer día en Puerto Vallarta, cenando en un restaurante en pleno malecón, tradicional en colores, sabores y texturas, y viendo como el María Galante nos dejaba iluminados por sus mil colores en el aire.
Entre mis memorias está el puesto de tacos de la esquina de mi casa, o birriería(llamada así por la birria, forma especial de cocinar la carne en grandes ollas y en su jugo). Recuerdo aquellos deliciosos tacos de barbacoa con limón, rabanitos y salsa, sentada en una banqueta, mirando la increíble montaña y bebiendo el agua fresca del día.
También ha habido noches en las que he necesitado sentirme cosmopolita y elegante. Subida a mis tacones, he podido sentirme como en París o Nueva York, cenando a la orilla del río o bajo las notas suaves del jazz.
Una de mis comidas favoritas es el desayuno, en especial los huevos rancheros con chilaquiles, verdadera fuente de energía para caminar Puerto Vallarta. En México se desayuna fuerte y rico: omelettes, hotcakes, frutas frescas, jugos, pan dulce (pastelillos), una delicia para disfrutarla sin prisa, en los múltiples cafés o restaurantes.
Otra palabra importante para recordar es "comida corrida", menús servidos en fondas, lugares pequeños y coquetos en los que por 30 a 50 pesos puedes comer dos platos, postre, botanas y agua fresca del día.
Cualquier momento del día es perfecto para comer, botanear, beber un licuado, agua fresca de sabores, una paleta de hielo, comer un esquite (maíz hervido con chile, queso y mayonesa), disfrutar un rico capuchino, o degustar la más deliciosa comida de cualquier lugar del mundo: italiana, india, china, japonesa, francesa, internacional o mexicana. Olvídese de las dietas y entréguese al disfrute de los sabores y los olores, eso es parte del vivir en Puerto Vallarta.
La cocina mexicana es muy rica en sabores, colores y texturas, fruto de las diferentes técnicas, variedad de ingredientes y culturas que la han influido.