Abre los ojos cuando llegues a Puerto Vallarta, abre los ojos del corazón también, porque es la única forma de que puedas captar los miles de detalles que se expondrán ante ti.

Los colores de México, naranjas, rojos, verdes, azules, amarillos en su naturaleza, es sus casas, sus ropas, su artesanía.Todo es un festival, una celebración. Sus altares de muertos con las cempaxuchil, el papel picado, todo es una explosión, un canto a la vida y a la muerte con la mayor intensidad, nada aquí es mediocre. Descubre el mar en sus tonos grises, marrones, verdes y azules, sus montañas verde-azul del color del agave, las flores salpicando el paisaje, los colores del arco iris después de la lluvia, las mariposas a tu alrededor, los relámpagos sobre el horizonte, los fuegos artificiales cada noche a las 9.

Levanta la vista del suelo y descubre la luna, colgada y sonriente, las estrellas, las palmas, y los tejados tan vallartenses. Mira el cielo y sueña, todo es posible y solo aquí sabrás que no es una frase hecha. Disfruta del colorido de un baile típico, de sus faldas de colores chillones girando, de los brillos de los trajes charros de sus reflejos de plata y oro. Llena tu retina de imágenes, en un álbum que siempre viajara contigo.