LA HISTORIA DE EL CAFE
INTRODUCCIÓN EN EUROPA
Como contábamos en el número anterior una leyenda del siglo XVIII cuenta que un jeque llamado Omar, estando en el exilio, descubrió unas bayas de café y cansado de los mismos alimentos, lo hirvió y bebió el líquido. Al administrarlo a unos enfermos vio cómo mejoraron rápidamente.
Por este motivo al regresar de su exilio llevó la planta con él.Ya era bebido en Adén a mediados del siglo XV, cuando en el 1454 el muftí de Adén visitó Etiopía, se llevó unas plantas que le permitieron curarse de sus males y permanecer despierto. En la segunda mitad de ese siglo, también en La Meca donde durante una centuria fue unas veces autorizado y otras prohibido, pero a principios del XVII se había impuesto en el mundo musulmán.
INTRODUCCIÓN EN EUROPA
Los comerciantes venecianos cargaron con este producto que introdujeron en Europa, en 1615, y se dice que antes de mediados del propio siglo ya estaba en París y Londres, las dos capitales más influyentes de ese continente, cubierto de una aureola de exotismo, recomendado como medicamento y néctar afrodisíaco. Los holandeses en 1616 consiguieron llevar a los Países Bajos una planta de cafeto procedente de Moka, capital de Yemen. Los franceses fracasaron en 1670 al intentar fundar una plantación de café en los alrededores de Dijon, ya que el frío clima no era el apropiado.
Nicolás Witson, burgomaestre de Holanda fue pieza clave en el desarrollo del café. Encargó al comandante de Malabar transportar café a Java, entonces colonia holandesa. Aunque las plantas no echaron raíces, años más tarde algunos esquejes sí se trasplantaron en la isla de Java, fundando el primer cafetal europeo que pronto dio beneficio y fue el comienzo de otras muchas plantaciones.
En 1706 se enviaron a Ámsterdam las primeras muestras de café repartiendo semillas entre horticultores de toda Europa. En esta época los holandeses extendieron el cultivo a Indonesia, que se convirtió en el primer exportador comercial de café.
Francia había fracasado en todos sus intentos hasta que Luís XIV recibió de Ámsterdam un árbol de metro y medio de altura. Este sería el antecedente conocido de los cafetos cultivados en muchas de las colonias francesas y en el Caribe central y meridional.