Puerto Vallarta es un descubrimiento para los sentidos, como si una venda cayera de tus ojos al llegar, como si todos los sentidos se afinaran y vieras más nítido, oyeras matices y notas desconocidas, tuvieras la piel lista para sentir cada elemento, para vibrar, como si los olores fueran más puros, el abanico de colores más amplio, casi infinito.

Todo tu ser entra en una dimensión de sensibilidad en la que descubre la naturaleza por primera vez, los pájaros vuelan ante tus ojos como si nunca les hubieras visto, las plantas son más verdes, los atardeceres son uno, nuevo y sorprendente cada día, con unas gamas que no hay pantone posible de reflejar. La música te hace temblar, los niños te emocionan, los detalles te hacen sonreír y redescubrir tu lado humano, las tradiciones te envuelven y ponen tu piel de gallina tocando algún lugar remoto de tu ser... La luna es más grande y el sol más redondo cuando se derrite sobre el mar.

Cada centímetro de ti se ajusta en un baile ceremonial con alguna fuerza misteriosa, descubres el poder de invocación, los presentimientos y la fuerza de tu propia energía.Vallarta es un ser vivo, cambiante y misterioso, tu paso por este pueblo nunca te dejará indiferente.