10 playas «iluminadas»
La experiencia es siempre alucinante, aunque el «milagro» solo se produzca en las noches. Da igual si decides sumergirte en las amables aguas del Caribe y las Américas, e imaginar que te has inmerso en la mismísima vía láctea, rodeado, como te encontrarás, de coloridas y brillantes estrellas; que si te dispones a observar desde la distancia el espectáculo luminoso que protagonizan ciertos organismos vivos como resultado de una reacción química que tiene lugar ya sea porque necesitan defenderse o por lucirles irresistibles a esas presas a la cuales quieren depredar. Ser testigo de este singular fenómeno nombrado bioluminiscencia marina puede constituir la principal motivación para tu próxima aventura en 10 sitios de la región que te dejarán fascinado.
1-Laguna Grande, Fajardo, Puerto Rico
La abundancia de microorganismos como los dinoflagelados es la que provoca que la Laguna Grande, en Fajardo, llene de luz la oscuridad. Sin embargo, este lugar, al igual que La Parguera, en Lajas, y Bahía Mosquito, en Vieques, no únicamente encanta cuando el sol se pone, porque a cualquier hora del día su belleza natural resulta admirable, tanto por los numerosos mangles blanco, negro, rojo y de botón que se han entrelazado para crear un llamativo túnel, que por la visualidad que regalan la yaboa, la garza blanca, el garzón, el martinete, los pelícanos, los cangrejos violinistas..., mientras que a lo lejos se divisan El Yunque y el faro Las Cabezas de San Juan, el segundo más antiguo de Puerto Rico, construido en 1880.
2-Punta Cocos, Isla Holbox, Quintana Roo, México
Bañada por el Caribe, en Holbox, una isla de playas vírgenes muy próxima al pueblo de Chiquilá (a 150 km del Aeropuerto Internacional de Cancún), que vive del turismo y la pesca de langosta, se halla Punta Cocos, la cual tiene el don de sobresalir por su espléndido show nocturno de luces en el mar, gracias a la presencia del plancton bioluminiscente. A Punta Cocos se puede llegar caminando o en bicicleta, un recorrido que siempre valdrá la pena no solo porque te encontrarás a tu paso con nidos de tortugas y estrellas marinas, sino además porque podrás practicar diversas actividades acuáticas. Holbox, reserva de la biósfera y área de protección de flora y fauna Yum Balam, invita de vez en cuando a nadar junto al tiburón ballena.
3- Laguna Encantada, Islas del Rosario, Colombia
En este punto del mar Caribe se creó hace unos años el Parque Nacional Corales del Rosario y de San Bernardo, muy cerca de Cartagena de Indias: el conjunto coralino más importante de Colombia. Las Islas del Rosario son ideales para los amantes del buceo por la diversidad de formas, colores y seres que ofrecen sus aguas: algas calcáreas, esponjas, gusanos plumeros, anémonas, corales blandos... Pero, como si no fuera suficiente, está la Laguna Encantada, famosa por regalar un espectáculo de «fuegos artificiales», cuando cualquier movimiento debajo del mar «despierta» el plancton luminoso y las profundidades resplandecen.
4-Playa de Xpicob, Campeche, México
Ideal para los amantes del ecoturismo y del turismo rural es la playa de Xpicob, en la localidad de La Ensenada, situada a 15 min de la ciudad de Campeche (al sur), capital del Estado y Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1999. Por una parte, en las noches es este un espacio mágico, donde fácilmente se puede ver cómo los peces van dejando tras de sí una curiosa estela radiante de plancton fluorescente; por la otra, se trata de un reconocido campamento tortuguero donde se protegen 27 especies en peligro de extinción y que brinda experiencias para disfrutar al máximo como paseos en lancha, pesca recreativa, buceo, observación de aves llamativas como la fragata magnífica (Fregata magnificens), o conocer los secretos de la artesanía con conchas y caracolas.
5-Laguna Luminous, Falmouth, Jamaica
Montego Bay, Negril y Grand Palladium son caminos que siempre te pueden conducir a la Laguna Luminosa, situada entre las maravillas naturales más famosas de Jamaica, un país que invita a vivir experiencias como conocer la leyenda de la Bruja Blanca de Rose Hall Great House o subir a las terrazas de las Cascadas del río Dunn, aunque posiblemente lo que te marque eternamente sea navegar a bordo de un barco con fondo de cristal hasta las cercanías de la ciudad de Falmouth, para darte el gusto de nadar entre el inofensivo fitoplancton en aguas en verdad resplandecientes. Una oportunidad que solo se encuentra en un puñado de rincones escogidos del planeta.
6-Puntarenas, Costa Rica
Muy parecido a lo que sucede con las luciérnagas, en las aguas de Puntarenas, cerca del Golfo de Nicoya, parece que se esconden joyas que se vuelven más valiosas en la medida en que los pequeñísimos seres que le dan vida convierten en luz la energía química que poseen. Ya se sabe que resulta muy difícil captar con un celular ese momento de ensoñación que pocos tienen el privilegio de presenciar, pero de esta visita te pueden quedar recuerdos también inolvidables, si aprovechas la proximidad de este sector en el Pacífico costarricense con la Isla San Lucas (conocida también como Isla de los Hombres Solos), Isla Jesusita, con la Reserva Biológica Guayabo, con Isla Negritos y Cedros, sitios que nunca te dejarán indiferente.
7-Bahía Mosquito, Isla Vieques, Puerto Rico
De las tres bahías que en Vieques ejemplifican a la perfección la bioluminiscencia: Mosquito, Tapón y Puerto Ferro, la primera destaca por haberse incluido en el Libro Guinness de los Récords como la más brillante del mundo. La especie de dinoflagelado responsable de tanta maravilla en la Isla Nena, como la llamó el poeta puertorriqueño Luis Llorens Torres, es el Pyrodinum bahamenses. Lugar de antiguos refugios de piratas, con un pie en el Atlántico y otro en el Caribe, en la que fuera base militar de las fuerzas armadas de Estados Unidos se conjugan belleza e historia. Esta isla de 33 km de largo por 7,2 km de ancho, impresiona con su faro de Punta Mulas, su fortín del Conde de Mirasol y la plaza Luis Muñoz Rivera con su busto a Simón Bolívar.
8- Manialtepec, Oaxaca, México
Cuando se pinta de un color azul intenso parece un espectáculo surrealista el que ocurre cuando cae la noche en este sitio situado a 15 min de Puerto Escondido, rumbo a Pinotepa Nacional, en el Estado de Oaxaca. Se dice que es sublime la sensación que se vive si eliges nadar mientras cae la lluvia, momento en el que este fenómeno se hace más palpable también en tu cuerpo que de pronto comienza a brillar. Rodeada de manglar, durante el día esta masa de agua constituye un excelente observatorio de aves migratorias, pero además de una extensa variedad de especies como garzas, iguanas, ibis, patos y loros. Esta laguna cuenta con pequeñas áreas de playa donde se puede pescar la mojarra, el robalo o el bagre.
9- Torrey Pines Beach, San Diego, Estados Unidos
Torrey Pines Beach, San Diego, bien que hubiera podido ser el escenario donde James Cameron rodara su película Avatar, poblada de escenarios fluorescentes de ensoñación, porque allí también, en ciertos momentos del año, la playa se pinta de azul eléctrico. Con unas puestas de sol increíbles, es magnífica para la práctica de surf o kitesurf. Su localización bajo los imponentes acantilados desde donde se pueden avistar ballenas que suben la costa al norte en febrero o la bajan al sur en otoño, permite realizar actividades de senderismos y escalada. No muy lejos está el Torrey Pines Golf Course, sede de campeonatos internacionales, con sus 36 hoyos y sus espectaculares vistas al mar.
10-Navarre Beach, Florida, Estados Unidos
Además de albergar inquietos dinoflagelados que salpican de chispas y luces verdeazules las aguas, como si fuera un cielo marino, con lo cual ofrece la posibilidad de avistar un capricho de la naturaleza difícil de contemplar, Navarre Beach, alejada de las playas sureñas colmadas de turistas y parques temáticos, asegura tranquilidad y millas de arena fina. Ubicada al noroeste del Estado, a escasa distancia de Pensacola Beach, para muchos resulta el secreto mejor guardado de la Florida.