Álvaro Kirkpatrick, cónsul de España en La Habana.
Erick Hernández, quien posee dos récords Guinness en dominio del balón. / Participantes en la competencia de dominio del balón realizada durante la actividad de la Peña Oficial del Real Madrid en La Habana, en marzo de 2017. / El actor Jorge Perugorría, a la derecha, es fundador de la Peña Oficial del Real Madrid en La Habana.

PARA ÁLVARO KIRKPATRICK, UN DIPLOMÁTICO CON UNA CARRERA DE 16 AÑOS EN EL SERVICIO EXTERIOR ESPAÑOL, CUBA ES MUCHO MÁS QUE UNA MISIÓN CONSULAR

Su pasión por el fútbol, y en especial por el equipo insignia de la Liga de las Estrellas, el Real Madrid, han hecho a Álvaro Kirkpatrick capitalizar la creciente pasión que se vive en la Isla por el más universal de los deportes, canalizando buena parte de esa vibra futbolística en una peña, la primera que de manera oficial se instaura en Cuba, la primera Peña Oficial del Real Madrid en La Habana.
“Hemos sido testigos privilegiados del auge del fútbol en Cuba. Indudablemente la Peña ha sido beneficiaria de este auge y hasta un poco cómplice”, cuenta entusiasmado el señor Kirkpatrick a la revista Excelencias desde su despacho en la embajada de España en la capital de Cuba.
Todo comenzó en La Habana en el mes de enero de 2008, cuando Álvaro fue a la casa de un amigo, el actor Jorge Perugorría, para presenciar un partido del Real Madrid frente al Atlético de Madrid. En la casa de Perugorría se encontraban en aquella ocasión el también actor Bárbaro Marín y el cantautor Kelvis Ochoa.
Durante el intermedio del encuentro, los cuatro amigos conversaron sobre la posibilidad de fundar una peña en Cuba, algo que hasta el momento no estaba oficializado, pues solamente existían peñas extraoficiales no certificadas por el propio Real Madrid, como los Corazones Blancos de Río Cauto en la zona oriental, o la de Puerto Padre, en las Tunas.
Entusiasmado con la idea, Álvaro fue a ver a Carlos Martínez, un gallego amigo suyo que reside en La Habana y que tiene contactos dentro del Real Madrid. “Con la fuerza que teníamos en Cuba, más el anclaje institucional que propició Carlos Martinez, nace la Peña el 1 de julio de 2010, tres o cuatro días antes que España venciera a Holanda en la final de la Copa Mundial de Sudáfrica”, dice el cónsul de España en Cuba.
Desde entonces, la primera Peña Oficial del Real Madrid en Cuba no ha hecho más que crecer como el “merengue” que se bate incesantemente. Hoy cuenta con 930 miembros oficiales, portadores del carné que los acredita como tal, y su sitio oficial en Facebook tiene la nada despreciable cifra de 12 200 seguidores.
La sede oficial de la peña se encuentra en el emblemático Hotel Nacional de Cuba, donde también se erige el Rincón del Real Madrid, lleno de historias colgadas de las paredes y de objetos valiosos, incluyendo lo que para Álvaro es la mayor joya del Rincón: una réplica exacta de la décima Copa de la UEFA Champions League que ganara el Real Madrid y que el capitán del equipo, el defensa Sergio Ramos, alzara simbólicamente en un acto celebrado durante su visita a La Habana en el 2015.
Desde ese propio año, la Peña celebra una cena de gala en el Hotel Nacional entre los meses de febrero y marzo, y en ocasiones, como ocurriera en marzo de 2017, cuentan con la presencia de personalidades destacadas, como don Nicolás Martín Sanz, uno de los miembros más importantes de la Junta Directiva del Real Madrid.
Dentro de las muchas iniciativas que aporta la Peña está la entrega del Premio “Juan Trillo a la Fidelidad Madrilista”, instituido en recordación a quien fuese el vicepresidente de esta cofradía merengue en Cuba. Gustavo Santana, un joven que reside en el Reparto Eléctrico en La Habana y que destaca por su pasión sin límites por el Real Madrid, fue el primer ganador del premio, concedido durante la cena del 2017.
Para Álvaro, un amante empedernido de Cuba, de su cultura y de su gente, las visitas de trabajo o de ocio al interior del país le han permitido constatar que la magia del fútbol y el amor por el Real Madrid envuelven a toda la Isla. Su amplio repertorio anecdótico está lleno de historias que son, como a él mismo le gusta calificarlas, “alucinantes”.
“Durante una visita que hice a Gibara, en la provincia de Holguín, para asistir al Festival de Cine Pobre, descubrí que hay un pequeño poblado, a 14 km al sur de Gibara, que desde la propia entrada está lleno de alegorías al Real Madrid,” relata Álvaro mientras se inclina levemente sobre su amplio escritorio, con ojos de quien busca complicidad en su interlocutor o se prepara para decir algo realmente sorprendente.
“¿Sabes cómo se llama ese poblado? Floro Pérez, que no es más que el apodo íntimo de Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, apodo que está únicamente reservado para los miembros directivos del club de fútbol o para sus amistades más cercanas,” dice Álvaro. 
Su misión diplomática en Cuba concluye el 30 de julio de este año, de manera que el futuro de la Peña podría verse comprometido si Álvaro regresa a España. Pero no será así; no para este hombre que vive el fútbol, que ama al Real Madrid desde que era pequeño y para quien Cuba no es una tierra extraña, sino un pedazo entrañable de su terruño en Europa.
“Yo me quedo aquí. Lo mío con Cuba es para toda la vida. Lo mío es amar a Cuba a través del Real Madrid”, concluyó diciendo el miembro número 1 de la primera Peña Oficial del equipo merengue en la mayor isla de las Antillas.