La inminente reapertura del turismo una vez que se levanten las restricciones de viaje y distanciamiento social obligatorio como resultado de la pandemia por el nuevo coronavirus impone realidades a una industria que se ha visto seriamente afectada, pero que se prepara para el reinicio en tiempos de coronavirus.
En un escenario donde cualquier persona puede estar infectada y no saberlo resulta indispensable incorporar nuevos hábitos encaminados a garantizar la seguridad del cliente y su elección de destinos saludables. Los protocolos de higiene y salud desarrollados por representantes de la Unión Europea (UE), la Organización Mundial del Turismo (OMT), el G20-Turismo (ministros de Turismo del Grupo de los 20), el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) y otros organismos y entidades de igual nivel incluyen nuevos estándares de salud en los hoteles y en el transporte aéreo chequeos sanitarios, tecnología digital y desinfecciones extras en el chek-in, así como el uso de nasobucos durante los viajes. Los cruceros ofrecerán también sus garantías.
Hospedaje seguro
Se colocarán cámaras térmicas en los puntos de entrada a los hoteles y se brindará una evaluación secundaria a cualquier persona con síntomas o temperatura mayor a 37 grados centígrados. Para disminuir el contacto físico se establece el check-in digital.
De igual modo se incluye dentro de los amenities, y en bolsas selladas, gel de manos y nasobucos (que deberán ser usados por los clientes). Será mucho más frecuente la limpieza y desinfección de habitaciones, dispositivos en contacto con huéspedes y áreas públicas.
Los restaurantes deberán disponer de mesas y sillas para asegurar el distanciamiento y definir el número máximo de personas que se puede recibir. Los envases para condimentos serán de un solo uso y se extenderá el horario de servicio con la finalidad de que no exista aglomeración de personas.
Vuelos y cruceros
Será obligatorio el uso de nasobuco (incluso a bordo), y se prohíbe el ingreso a la terminal de familiares y amigos de los pasajeros. En los aeropuertos, los viajeros serán testeados antes de volar y a su llegada a destino se les aplicarán medidas de distanciamiento social en la estación.
Los nuevos protocolos para el check-in incluyen tecnología digital, desinfección de manos en puntos frecuentes, pago sin contacto ni dinero efectivo y el uso preferencial de escaleras en lugar de ascensores.
Los aviones estarán sujetos a una limpieza intensiva. Se hará, por otra parte, el rastreo de contagios mediante una aplicación móvil, que permitirá que los vuelos salgan de los aeropuertos sin Covid-19. Todo pasajero deberá llenar el cuestionario de identificación de Factores de Riesgo en Viajeros para conocer su procedencia y si estuvo en algún lugar de alto riesgo determinado por las autoridades sanitarias.
Se mantendrá la distancia tanto al abordar como en el embarco y desembarco.
Si un pasajero presenta síntomas será aislado del resto y se llevará a cabo el saneamiento a toda la flota.
El personal que labora en el aeropuerto usará equipo de protección personal, habrá filtros sanitarios para empleados y se implementarán rutinas de saneamiento en todas las áreas comunes. Mientras que en los cruceros se tomarán las medidas necesarias para que los barcos estén libres de coronavirus. Además del uso obligatorio de guantes y limpieza de habitaciones con mayor frecuencia, en los cruceros aplicarán filtros sanitarios y cuestionarios a pasajeros y tripulantes antes de embarcar.
Se plantea que en tiempos de coronavirus la modalidad de sol y playa tomará auge, siempre que se apliquen medidas que garanticen la salud. Los corredores turísticos entre países reconocidos como destinos saludables podrían ser, del mismo modo, una buena opción si se respetan los nuevos protocolos y normas establecidos.
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