Ocho Ríos, Jamaica
Guanayara, Topes de Collantes, Cuba
Salto del Ángel, Canaima, Venezuela.
Islas Galápagos, Ecuador.
Cráter del Volcán Masaya, Nicaragua.
San Pedro, Ambergris, Belice.
Lago Atitlán, Guatemala
Parque Nacional Arikok, Aruba
Cabo Polonio, Uruguay.

Cada día millones de personas en el mundo viajan motivados por un mismo deseo: el descubrimiento de parajes «encantados» en los que la Naturaleza es el principal destino. Nuevas experiencias hacen palpitar un mundo de sensaciones que incitan a la aventura, la relajación y la contemplación, ese diálogo entre Vida y Natura. Parques nacionales, reservas naturales, playas paradisíacas, bosques, montañas, ríos, lagunas y oasis cautivan a los visitantes en las más disímiles geografías de las Américas y el Caribe, que dejarán una imagen imborrable en la memoria.

1 - Ecuador

Este país posee cuatro zonas naturales de grandes contrastes y amplia variedad de especies de la flora y la fauna, muchas de ellas endémicas. Un lugar muy especial son las Islas Galápagos, que acogen cada año a unos 200 000 turistas.

El Parque Nacional Cotopaxi, en el entorno del volcán homónimo, es un área protegida en el límite de las provincias de Pichincha, Cotopaxi y Napo. Tres horas al sur de Quito, en Tungurahua, en las faldas del volcán del mismo nombre, se encuentra Baños de Agua Santa, de clima caliente y húmedo, a una altura de 1 800 m sobre el nivel del mar.

Otros sitios de especial atractivo son las cascadas Inés María, Agoyán, El Manto de la Novia, Pailón del Diablo, San Jorge, San Pedro, Encañonado del Duende, Manto del Ángel y El Mayordomo.

Además, está el Parque Nacional Yasuní, que ocupa 9 820 km2, en las provincias de Pastaza y Orellana, en plena cuenca amazónica, forma parte del territorio del pueblo huaorani. A unos 250 km al sureste de Quito, fue designado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1989 y se le considera la zona más biodiversa del planeta por su riqueza en anfibios, aves, mamíferos y plantas.

2 - Cuba

El Valle de Viñales, en la occidental provincia de Pinar del Río, con sus peculiares formaciones de mogotes, elevaciones y cimas redondeadas que superan los 400 m de altura, posee extensos sistemas cavernarios, cuyo mayor exponente es la cueva de Santo Tomás, con 45 km de galerías. Cerca de allí, en Soroa, se localizan 750 variedades de orquídeas.

Hacia el centro y sur del país está la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del Caribe, donde habitan más de mil especies de la flora y un criadero de cocodrilos. Relativamente cerca se localizan el salto del Caburní, con sus 64 m de altura, y la cueva de Martín Infierno, mientras en el oriente las montañas más altas de Cuba, en la Sierra Maestra, coronan el Parque Nacional de igual nombre, donde historia, leyendas y tradiciones acompañan una naturaleza de espléndida belleza.

La fauna cubana acoge unas 16 500 especies descritas, mientras la flora autóctona registra más de 6 300.

El archipiélago cuenta con más de 70 000 km de plataforma insular y unos 5 000 de costas bañadas, a su vez, por el Océano Atlántico y el Mar Caribe, donde se refugian 6 500 variedades de peces, crustáceos, esponjas y moluscos, en una extensión de 850 km de barreras coralinas en perfecto estado, todo lo cual convierte a Cuba en uno de los ecosistemas submarinos mejor conservados de la región. De ahí que una de las mejores opciones sean las propuestas náuticas como el inmersionismo y el buceo.

3 - Colombia

Considerado el segundo país más biodiverso del planeta, posee ecosistemas protegidos donde es posible la investi­gación científica o el simple deleite de la contemplación. La zona andina, el Caribe, la costa del Pacífico, el Amazonas y los llanos orientales ofrecen al mundo un laboratorio de conservación de vida que contiene en aguas continentales unas 3 000 especies de peces, en diversos ecosistemas marinos costeros que cubren 95 % de la plataforma continental, además de arrecifes coralinos, bosques de manglar, laguna costera y deltas, sistemas de playas y acantilados. 

Además, Colombia posee miles de hectáreas de bosques naturales, sabanas, zonas áridas, humedales, picos de nieves y aguas continentales, los cuales conforman áreas protegidas, parques nacionales, naturales y santuarios.

Rodeando a Providencia y Santa Catalina, Reserva de la Biosfera en el Caribe colombiano, se localiza una barrera coralina de 32 km de longitud, lo que la convierte en la tercera más grande del mundo y la segunda de la región. En sus aguas cristalinas se observan brillantes estrellas de mar, cangrejos, peces ángel y espada, anémonas, corales, esponjas, lirios de mar y otras especies exóticas y colores brillantes.

En el Pacífico se encuentra Malpelo, la isla oceánica más occidental de Colombia, Patrimonio Natural de la Humanidad, con paredes que descienden hasta los 4 000 m de profundidad. Allí se observan durante todo el año concentraciones de tiburones martillo, jureles, pargos, bravos, atunes, rayas águila, morenas y barracudas, entre otros ejemplares de la fauna marina.

Uno de los espectáculos naturales más bellos es la llegada de las ballenas jorobadas al Pacífico colombiano para procrear, y las tor­tugas marinas que viven en su hábitat natural.

Entretanto, la Amazonía es el destino preferido por científicos que vienen a aprender de los maestros indígenas las artes de hablar con la naturaleza. Es la mayor reserva de oxígeno y el laboratorio natural de donde salen las medicinas para curar nuestro planeta.

4 - Venezuela

Un hito del paisaje venezolano es la Sierra Nevada, parque nacional donde reinan las cimas colmadas de nieves perpetuas, incluyendo el Pico Bolívar, la elevación montañosa más alta de la nación.

En el sur encontramos la Gran Sabana, donde se hallan las formaciones geológicas más antiguas del continente. Allí están Canaima, selva tropical de tepuyes, cataratas y ríos de gran magnitud, y el Salto Ángel, la caída de agua más alta del mundo, Patrimonio de la Humanidad.

La Isla de Margarita, bordeada por playas paradisíacas, es ideal para la práctica de deportes extremos. Y el archipiélago Los Roques destaca por sus exóticas riberas cristalinas. Morrocoy es un parque compuesto por pequeños cayos muy cercanos a tierra firme que han crecido aceleradamente. Mochima, Choroní y Chuao, Isla de Coche, Isla La Tortuga, Paraguaná, Bahía de Cata y San Luis son otros lugares de especial encanto natural. Al sur, en los estados de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, comienza la selva amazónica, la mayor reserva natural del mundo.

Aunque en esta nación predominan las llanuras y las temperaturas tropicales, también cuenta con un sistema montañoso donde destaca la Cordillera de Los Andes.

Los llanos, con sus cerros, lomas, pastizales y lagunas, invitan a disfrutar de su clima cálido y son ideales para el turismo rural. La región abarca la mayor parte de los estados de Apure, Barinas, Cojedes, Portuguesa, Guárico, Anzoátegui, Monagas y Delta Amacuro y en ella se combinan la flora, la fauna y lo típico de la cultura autóctona de Venezuela.

5 - Nicaragua

Una de las primeras paradas es la Reserva Biológica Indio Maíz, con 3 180 km2 de extensión en el departamento de Río San Juan, una de cuyas atracciones principales es la colonia de manatíes. Otra de sus grandes joyas es la Reserva de la Biosfera Bosawás, una de las áreas protegidas más grandes del continente americano, lugar considerado sagrado desde antaño por los indios sumos, sus pobladores nativos. Comparte límites con Honduras y se extiende por unos dos millones de hectáreas.

Nicaragua también es conocida como la tierra de los volcanes, pues a través de su geografía encontraremos varios montes de lava. Uno de los más visitados es el Mombacho, donde es muy usual la práctica del ­trekking. Además, en sus alrededores podemos realizar paseos en bote y a caballo.

6 - Jamaica

De terreno montañoso y clima tropical, cálido y húmedo, esta isla caribeña nos ofrece parajes como el de las Montañas Azules, en el Parque Nacional Blue and John Crow Mountains, con espléndidas vistas de valles, concentraciones forestales y gran variedad de flora y fauna. En el Monte Azul, de 2 256 m, habitan más de 200 especies de plantas, entre ellas árboles autóctonos como el cedro, el palo de rosa, la majagua, la caoba, el campeche, el ébano, la palmera sabal, la palmera de coco y el famoso pimentero. De la fauna, abundan los papagayos, los cucos y los colibríes.

En Cockpit Country, milenios de erosión tallaron las cumbres de piedra caliza amarilla y blanca del paisaje. Sus cavernas drenan la mitad del agua dulce de la Isla. Las cataratas del río Duna son un espectáculo sorprendente por su altura. Será reparador un baño en la playa de fina arena dorada donde se produce el último salto. En el noreste de la Isla, Blue Lagoon también ofrece la profundidad de sus aguas.

Jamaica es un lugar perfecto para la práctica del buceo entre magníficos corales, senderismo por sitios inolvidables, windsurf, kayak, golf, cabalgatas y excursiones en yate. El senderismo y las cabalgatas son otras de las actividades tradicionales, y destaca el recorrido que trepa el Blue Mountain Peak, tan exigente que obliga a los audaces a llevar calzado adecuado y bastones para ayudarse en el trayecto, en especial en el tramo de La Escalera de Jacobo. Una vez en la cima, en el lugar más alto del país, los excursionistas podrán disfrutar de las mejores vistas del mar del Caribe.

7 - Belice

Con casi 40 % de su territorio declarado reserva nacional, en su mayoría bajo Parques Nacionales, Belice es de los destinos con mayor patrimonio arqueológico de América Central.

Caracol, dentro de la selva de Petén, fue el centro de uno de los pueblos mayas más aguerridos, quienes finalmente conquistaron a sus vecinos de Tikal (hoy Guatemala) y es quizás el sitio arqueológico más importante.

El visitado cayo Caulker constituye un paraíso para los buceadores gracias a su riqueza subacuática. También atrae San Ignacio, donde se podrá realizar rafting, natación, caminatas, exploración de cuevas y de antiguas ruinas mayas. Para un estilo más relajado puede practicar las cabalgatas, ir en canoas o kayak.

Justo afuera de San Ignacio se localiza la Reserva Forestal Mountain Pine Ridge. Establecida en 1944, es el hogar de una gran variedad de aves, reptiles y otras especies silvestres. Uno de los residentes más preciados es el pájaro carpintero de bellota. Baldy Beacon es una parte de la reserva cuyo suelo, de tan estéril, no puede soportar el crecimiento de ningún árbol. Su aridez contrasta con el resto de la exuberante vegetación.

En el cayo Ambergris se halla San Pedro, región protegida por la Barrera de Arrecife del Caribe, la segunda más grande de su tipo en el planeta. Desde este punto puede trasladarse hasta el ya mencionado cayo Caulker, el arrecife Lighthouse que tanto atrae a los buceadores, y Blue Hole, un abismo marino de 121 m de profundidad, frecuentado por los turistas más arriesgados que buscan sumergirse con los tiburones.

8 - Guatemala

Sus diversos microclimas hacen de este un país hermoso para vacacionar. Explorar cuevas constituye una de las aventuras más extraordinarias. Las de Candelaria, del Rey Marcos y de Lankín se encuentran en Las Verapaces, mientras que Petén es el hogar de Actún Kan y la Boca de la Serpiente.

El canopy es una de las opciones más atractivas, pues la exuberante jungla guatemalteca se puede observar desde 30 m de altura, mientras se viaja en zigzag de árbol en árbol. Para completar la aventura, si visita el parque de Ixpanpajul en Petén puede atravesar los puentes colgantes. Esta actividad también se practica en Las Verapaces y en las reservas naturales del departamento de Jalapa.

Los aficionados a las aves tienen mucho que ver en Guatemala, donde pueden avistarse 738 especies diferentes.

El territorio se destaca por sus abundantes lagos y lagunas, muchos de origen volcánico. Formado hace 85 000 años y con más de 340 m de profundidad, el lago Atitlán se nos presenta resguardado por los inactivos volcanes de Tolimán, San Pedro y Atitlán.

Las lagunas de Calderas, en las faldas del Pacaya, e Ipala, en Jutiapa, con su color esmeralda, así como los lagos de Amatitlán, alimentado por cataratas que contienen sulfuro, e Izabal, en la costa atlántica, que es el más grande de agua dulce en el país, completan ese panorama.

9 - Aruba

Llena de color, vivacidad, playas hermosas y rostros hospitalarios nos acoge Aruba, donde se encuentra el Parque Nacional Arikok, una reserva protegida designada como santuario natural, y convertida en uno de los destinos turísticos más populares, con sus bellas playas y una naturaleza salvaje.

En California Lighthouse existen buenas condiciones para el surf, el buceo y el sand­board, aunque también se puede disfrutar tranquilamente de las playas de arenas blancas y aguas cristalinas. Frenchman’s Pass, otro sitio de interés, es un estrecho pasaje entre los acantilados de coral por encima de la zona conocida como Laguna de español.

El monte o cerro Jamanota es el punto más alto, visible desde todo el territorio, donde se puede ver fauna salvaje como cabras y burros andar libremente. En tiempos pasados protagonizó el proceso de explotación de oro. Para los más aventureros, Hooiberg, desde cuya altura se observan unas vistas maravillosas.

Otra opción es la llamada Piscina Natural y para acceder a este sitio es recomendable alquilar un jeep, llevar equipo de snorkel, comida y agua. Una vez en el lugar, el visitante disfrutará de los peces tropicales y de las formaciones rocosas.

El Puente Natural es una atracción bastante popular. Se trata de una pasarela de caliza coral esculpida por el mar durante años. La entrada es gratuita y no hay horas fijas para visitarlo. Era el más largo del mundo hasta que se rompió, en septiembre de 2005.

Huliba Cave es conocida como Túnel del amor debido a su acceso en forma de corazón. Está repleta de estalactitas y allí residen dos especies de murciélagos, el de nariz larga del sur y el de la fruta de lengua larga.

10 - Uruguay

En este país existen numerosos establecimientos dedicados al turismo ecológico y el agroturismo. El clima templado y una geografía levemente ondulada, con praderas que se extienden por la mayor parte del territorio, resultan ideales para el turismo ecológico.

Uno de los sitios más impresionantes son los humedales de Rocha, con 70 % de las especies de aves autóctonas, mamíferos y una flora variada, en la que destacan los palmares, considerados los mayores del mundo y que ocupan 70 000 hectáreas.

Las costas uruguayas son ideales para la observación de la ballena franca austral, la cual se detiene para su temporada de apareamiento y para dar a luz. Esta especie llega anualmente entre los meses de agosto y noviembre. La calma de estas aguas es ideal para que los cetáceos realicen sus paradas en la travesía. Se las puede avistar desde plataformas costeras, así como durante excursiones en barcos que salen fundamentalmente desde los puertos de Punta del Este y La Paloma. Estas prácticas están regidas por un código muy estricto que garantiza la seguridad de los viajeros y, desde luego, de los animales.

Además, hay viajes de avistamiento que salen desde Montevideo, pasando por Piriápolis y llegando hasta Punta del Este, para los cuales se cuenta con guías calificados. El recorrido incluye puntos de interés como el Cerro de San Antonio, Punta Colorada, Punta Negra, la cima de Punta Ballena, la Torre Piedras de Chileno, la playa Mansa, Punta Salinas, La Barra. La iniciativa está inscripta en un programa de la Organización para la Conservación de Cetáceos.