Proyecto de desarrollo con paneles solares para la ciudad de Masdar, en Abu Dabi.

LAS NUEVAS TENDENCIAS PARA PLANIFICAR UNA CIUDAD EN EL MUNDO DEL DESARROLLO DIGITAL VALORAN, ENTRE OTROS FACTORES, LA RAPIDEZ EN LOS PROCESOS SOCIALES

Es creciente el número de ciudades que hoy se plantean convertirse en inteligentes.
Si bien este propósito hace más o menos una década solo lo concebían cerca de 10 ciudades en el mundo, hoy son más de 680 las que con proyectos y programas definidos avanzan decididamente por alcanzar tal desarrollo.
Las llamadas ciudades inteligentes representan una nueva tendencia de organizar y planificar una ciudad en el mundo del desarrollo digital de hoy.
Por su auge, anualmente se celebra un congreso mundial de ciudades inteligentes, donde han llegado a participar cerca de 350 ciudades de 80 países diferentes.
Este auge tiene diferentes lógicas. Una de ellas vinculada a la eficiencia de todo tipo que emana de una ciudad inteligente: el ahorro, la calidad en los servicios, la rapidez con que se realizan los procesos sociales, económicos y en particular los negocios, las facilidades en las comunicaciones y la búsqueda de la información. La organización que en general asumen estas ciudades hace que se optimice considerablemente el tiempo real de sus ciudadanos.
Otra está muy vinculada a una nueva y emprendedora generación conocida como Millennials –aquellos que hoy cuentan entre 18 y 35 años aproximadamente– y que impulsan, podríamos decir por interés genético, todo lo que se convierta en novedoso y posible de activar desde un dispositivo electrónico.
Este impulso por el desarrollo de las ciudades inteligentes moviliza muchos sectores de la economía y las más diversas líneas de la tecnología, creando en sí mismo un impresionante movimiento financiero y el desarrollo acelerado de nuevas tecnologías e innovación.
Tiene incorporado en su quehacer a muchas universidades del mundo, reuniendo a arquitectos, urbanistas, expertos en desarrollo de las energías limpias, robótica, nanotecnología, bioclimática, automática, comunicaciones, inteligencia artificial, medioambientalistas, sociólogos y otros muchos, por el sentido integral al que está asociado.
Hasta hoy solo dos ciudades en el mundo han sido concebidas como inteligentes desde su creación. Se trata de la ciudad de Masdar, en Emiratos Árabes Unidos y Songdo, en Corea del Sur, cercano a Seúl, las cuales han surgido de cero y son un verdadero ejemplo de sostenibilidad y respeto al medio ambiente.
El resto de las ciudades inteligentes se desarrollan en los conocidos escenarios donde han estado enclavadas por años o por siglos, realizando un considerable esfuerzo de adaptación a las nuevas y necesarias condiciones.

¿Qué las distingue?
Naturalmente, no puede concebirse una ciudad inteligente sin un pensamiento integralmente organizado y coordinador. Conlleva la participación de las autoridades locales en una posición de apoyar, impulsar y facilitar su desarrollo.
Un ejemplo es Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, que avanza por alcanzar un cada vez más alto desarrollo inteligente, con prioridad en una muy amplia plataforma online que contiene la gestión de servicios, infraestructura, desarrollo sostenible, abastecimiento de energías limpias, planificación del tráfico de automóviles y trenes, la prestación de servicios médicos y de urgencia, alerta ante peligros y evacuaciones preventivas, gestión de residuos sólidos urbanos, depuración de las aguas, purificación del aire y otras.
Las ciudades inteligentes demandan teléfonos cada vez más potentes en capacidad, mejor fotografía, duración de baterías e inteligencia, con la incorporación de nuevas aplicaciones de mayor alcance, por lo que los desarrolladores de teléfonos, no paran de presentar nuevos productos cada vez más avanzados.
Avanza a su vez la llamada telefonía vestible, para ser utilizada en el reloj, el anillo, la corbata y otros, en el interés de facilitar la vida de los ciudadanos. Considera además la mejora y alcance de las tecnologías WiFi, las redes, hoteles y oficinas inteligentes, geolocalizacion y el acceso de toda la tecnología hasta la misma vivienda de cada ciudadano, para desde allí interactuar plenamente con el medio.
Una ciudad de este tipo, además de sus requisitos tecnológicos, tiene que ser completamente amigable con el medioambiente, promoviendo las grandes áreas para que las personas interactúen, hagan deportes y se recreen, tales como parques y techos verdes, huertos urbanos, así como optimizar la calidad del aire que se respira y el agua de beber, la promoción de la comida sana, el mayor uso de las bicicletas y otros medios similares, como respuesta a las necesidades de sostenibilidad, salud y desarrollo tecnológico.

¿Cómo serán en el futuro?
Esta es la pregunta que siempre surge al abordarse este tema.
En el futuro, estas ciudades seguirán desarrollándose y lógicamente nuevas tecnologías continuarán incorporándose para alcanzar mayores beneficios, sin hacer que la tecnología domine al ser humano ni lo haga frío y distante en sus relaciones con los otros.
Ya se visiona y experimenta la existencia de los drones para uso comercial y doméstico, autos sin conductores, transportes más rápidos y seguros, realidad virtual extendida, robótica para uso doméstico, internet de las cosas, uso de la energía del viento a grandes alturas, paneles solares de menor dimensión y multiplicada eficiencia, uso extendido del hidrógeno como fuente energética y otras.
Según se conoce, en el año 2000 solo el 40% de la población mundial vivía en ciudades. Es pronosticable que dentro de 30 años, en torno al 2050, el 70% de la población viva entonces en las ciudades. Más o menos así, ello demandará grandes retos a la humanidad, por el sostenimiento alimentario, energético e integral de los recursos, para los cuales, apoyados en las nuevas tecnologías, será necesario encontrar una y otra solución aún desconocida.

¿Cuáles son las más reconocidas en el momento actual?
Sobre este aspecto existen diversos criterios de selección e indicadores a valorar.
Sin ajustarnos a ningún patrón preconcebido y sin que el listado expresado tenga necesariamente un orden, puede decirse que resaltan hoy las siguientes: Dubái, Songdo, Nueva York, Londres, Zúrich, Hong Kong, Barcelona, Santander y Madrid, Peterbough, Bandung, Tokio, San Francisco, Seattle, Boston, Houston, Chicago, Seúl, París, Niza, Ginebra, Sídney, Singapur, Curitiba, Buenos Aires, Tel Aviv y Moscú, entre otras.
Otros países de América Latina también vienen avanzando en este camino como es el caso de Sao Paulo, Rio de Janeiro, Monterrey, Quito, Lima y Santo Domingo.
Una pregunta está sobre el tapete. ¿Cómo será el planeta el día que todas las ciudades conocidas y otras que surjan sean inteligentes? ¿Cómo será esa interrelación planetaria? Visto en su conjunto, ¿qué nos proporcionará? Ello justamente es fuente de estudio, así como también qué nuevas tecnologías se incorporarán que seguramente deben superar a todas la hoy conocidas. Muchas noticias al respecto nos esperan.