Panamá. Destino ideal para turismo de eventos
Estratégicamente ubicada, con modernas infraestructuras y buena conectividad aérea, la capital de este país es un centro financiero y corporativo internacional cuyas ventajas para esta modalidad cada vez llaman más la atención de instituciones especializadas en la materia, planificadores de eventos, congresos y viajes de incentivos de todo el mundo.
Un aeropuerto considerado entre los más importantes hubs aéreos del hemisferio occidental, el Canal interoceánico, la zona libre de Colón, el elevado número de buenos hoteles con espacios propios para acoger eventos de variada magnitud y el excelente centro de convenciones ATLAPA –con gran variedad de facilidades y servicios–, conforman en Ciudad de Panamá, un magnífico escenario para reunirse o desarrollar cualquier tipo de encuentro profesional. Pero esto es sólo la punta del iceberg. Un plan de inversión pública de 13 mil millones de dólares añadirá a este panorama nuevas ventajas, derivadas de mejoras en aeropuertos, el propio Canal, el metro capitalino, la construcción de la llamada Torre Financiera, que con 69 pisos será el edificio más alto de Latinoamérica; en un país que tiene merecida fama de ser, también, un buen destino de compras y ofrecer a sus visitantes, los más variados atractivos culturales asociados al disfrute de su naturaleza y excelentes playas. Hay un intenso proceso de crecimiento infraestructural, inmobiliario y hotelero, tanto en resorts como en hoteles urbanos –Westin tiene previsto abrir dos establecimientos, Hilton cinco, entre ellos la marca Premium Waldorf Astoria inaugurará este año su primera propiedad en América Latina, RIU recién estrenó su marca urbana con el RIU Plaza Panamá, un cinco estrellas de 645 habitaciones y 4 941 metros cuadrados en 21 salones, situado en el distrito bancario-; está proyectado un nuevo centro de convenciones de 15 mil metros cuadrados y diseño vanguardista. Panamá goza de prestigio por su tranquilidad, la hospitalidad de su pueblo y tener una oferta turística de alto nivel. Con tan singulares atracciones como el bosque tropical a tan sólo 10 minutos de la ciudad capital, costas en el Pacífico y en el Caribe, mil 800 islas con fácil comunicación y capacidad de conexión, un 40 por ciento de su territorio en áreas protegidas, culturas autóctonas vivas que la conforman siete pueblos indígenas y amplia gama de restaurantes en los que están representadas las más diversas cocinas y tradiciones culinarias del planeta. Panamá Viejo, un complejo de monumentos y museos donde sobresale la gran torre de la antigua catedral; el Casco Antiguo, donde se distinguen sus agradables cafés, la hermosa arquitectura colonial y el ambiente romántico de sus numerosas plazas y estrechas calles, han sido reconocidos por la UNESCO con la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad. La cinta costera de la ciudad constituye hoy el resultado de un ingenioso y moderno proyecto inmobiliario que ha dotado a la capital panameña de grandes edificios que se construyen con notable rapidez; y por supuesto, esa maravillosa obra ingeniera que es el Canal, utilizada por más de 14 000 buques al año, sigue siendo una invitación a conocer una de las más importante intervenciones del hombre sobre el medio natural, sin afectarlo. A solo una hora, de la capital panameña puede accederse a un cinturón de atractivas playas que han acogido a hermosos resorts que brindan a sus huéspedes la comodidad de sus instalaciones. El Caribe panameño es también fantástico y tiene lugares muy hermosos como Bocas del Toro, con sus playas y mar de colores increíbles. A todas estas condiciones y posibilidades, se suma la seguridad del destino, la natural hospitalidad de los panameños; y una explícita voluntad de avanzar aceleradamente en un terreno cuyas facilidades logísticas, de infraestructura, recursos humanos y tecnológicas, complementan los avances del país en el sector turístico, a todas luces con excelente futuro.
En su territorio de pocos kilómetros cuadrados, este país garantiza gran diversidad de opciones de paseo para los días pre y post evento en zonas naturales vírgenes, espectaculares playas e islas en el Pacífico y el Caribe.