HELADO DE VINO TINTO PORTUGUÉS
HELADO Y SORBETE CON VINOS DE LA RIOJA
HELADO MÁLAGA
HELADO DE VINO BLANCO PORTUGUÉS CON MARACUYÁ

A LOS TRADICIONALES SABORES DE LOS HELADOS, COMO EL CHOCOLATE O LA VAINILLA, SE UNEN EXQUISITAS COMBINACIONES CON VINOS. UNA AUTÉNTICA REVELACIÓN PARA LOS AMANTES DE LOS POSTRES

El vino siempre ha sido más que una bebida alcohólica que apasiona a muchas personas y sobre todo, conquista a los que tienen un buen paladar para catar. Entre sus múltiples usos, se incluye la elaboración de platos y cocteles disímiles, combinaciones con refrescos para combatir el calor, y también como ingrediente de un delicioso postre. Esta nueva tendencia comienza a extenderse en Estados Unidos y algunos países de Europa, con marcas propias y negocios locales que apuestan por ofrecer los helados de vino como especialidad.
En 1876 se registraron los primeros intentos de elaboración de helados a partir de la uva y todos fallaron, pues se llegó a la conclusión de que las antocianinas evitaban que las moléculas se congelaran. Estudios realizados en 1984 demostraron que la piel de la uva aumentaba considerablemente el nivel de las antocianinas; por lo que se reafirmó la idea de retirar la piel y de esta forma comenzaron a obtenerse éxitos.
Hoy en día se sabe que la concentración de los antocianos y taninos cambia durante la maduración de la uva. En particular se ha observado que las uvas recogidas en condiciones de sobremaduración aumentan la cantidad de taninos, mientras se pierde un poco la riqueza de antocianos. El vino obtenido de estas uvas tendrá una menor intensidad cromática y una mayor estructura, respecto a los obtenidos de uvas recogidas en condiciones de maduración normal.
En Estados Unidos, la firma Cream Wines ha creado exquisitas combinaciones con vinos dulces y muy finos, que se unen a sabores más tradicionales del mundo de los helados, como el chocolate o la vainilla.
Quien tiene la suerte de catarlos, descubre variadas sensaciones en el gusto, porque si bien en un primer momento nos encontramos con el aroma habitual, una vez que lo tenemos en la boca, percibimos un delicioso retrogusto a la bebida elaborada con uvas.
En el caso de Europa, Italia es el ganador del continente. Sobre todo en el sur del país, en provincias como Sicilia, existen heladerías tradicionales que elaboran sus propios helados a base de conocidos vinos. También España aporta excelentes helados a partir de sus vinos. En La Rioja, por ejemplo, se utilizan caldos con la tempranillo para la obtención de este refrescante postre.
Portugal, el sexto productor de vinos en el mundo, cuenta con más de 250 tipos de uvas nacionales, de las cuales la mayoría son inexistentes en cualquier otra parte del mundo. Estas proporcionan un aroma único a sus vinos y les otorgan el carácter y singularidad que los distingue. De esta manera pueden obtenerse resultados especiales en la elaboración de vinos y por ende, de helados, a partir de ellos.
Siempre es bueno aclarar que estos helados no deben ser ingeridos por niños ni personas que no puedan consumir bebidas alcohólicas.

HELADO DE VINO TINTO PORTUGUÉS
Ingredientes:
1 botella (750 mL) de vino tinto de variedades Touriga Nacional, Tinta Roriz, Touriga franca.
250 mL de leche
400 mL de nata para cocinar
4 yemas de huevo
190 g de azúcar
2 clavos de olor
2 ramas de canela
Procedimientos:
Romper los huevos y separar las yemas de las claras. Hervir 40 minutos este vino con cuerpo, color y aroma a frutos maduros, compota de cereza en armonía con notas especiadas provenientes de las uvas utilizadas, con clavo de olor y canela partida hasta que se reduzca. Colar al final.
Colocar la leche y la nata en una cazuela y calentar, no permitir que hierva. Luego enfriar.
Se baten las yemas con el azúcar con batidor de globo hasta lograr cremosidad.
Añadimos las yemas a la leche cuando esté fresca y seguimos mezclando. Añadir el vino poco a poco. Se pasa a un recipiente apto para congelador y se congela durante 2 horas. Después, con un tenedor, mover y dar 2 horas más, o mover cada una hora en el transcurso de 4 o 5 horas.
Se sirve con una hoja de menta, almendras tostadas y grageas de chocolate amargo.
Si tiene heladera, mejor; de lo contrario se realiza moviendo cada una hora, para evitar que se formen cristales de hielo.

HELADO Y SORBETE CON VINOS  DE LA RIOJA
Ingredientes:
1 botella de vino tinto joven tempranillo
8 yemas de huevo
20 g de azúcar invertido
200 g de azúcar
1 rama de canela
La piel de un limón
1 trocito de jengibre fresco
Procedimientos:
Calentar el vino con el azúcar, la canela, el jengibre y la piel de limón. Mover y dejar infusionar para después colar el vino. Refrescar.
Separar las yemas de las claras y batir las yemas con el azúcar invertido. Cuando esté bien mezclado, verter el vino frío poco a poco en las yemas hasta que tenga consistencia homogénea.
Calentar y mover hasta tener la textura de natilla líquida.
Refrescar y guardar en la nevera hasta al menos 12 horas.

HELADO MÁLAGA
Ingredientes:
400 mL de nata líquida
300 mL de leche
100 g de azúcar morena
50 g de miel
6 yemas de huevos
100 g de pasas
Vino dulce o Málaga
Procedimientos:
Poner 1 hora las pasas en maceración con el vino. Después se cuela el vino para separarlo de las pasitas. Escurrirlo bien. Reservar ambos. Calentar la nata en una cazuela, sin que llegue a ebullición. Mezclar las yemas, el azúcar morena y la miel. Batir con batidor de globo. Ir añadiendo la leche poco a poco para no perder la textura.
En forma de hilo incorporar la nata sin dejar de batir con el batidor de globo. En una cazuela hacer el baño María. Poner la nata sobre este y seguir batiendo hasta que espese. Con una cuchara de madera se mueve, y se verifica que está lista cuando la nata queda bien embadurnada y le hacemos una línea uniforme. Enfriar y guardar en la nevera por 1 hora.
Luego pasar a la heladera unos minutos hasta que se vaya mantecando. Se echa el vino.  Cuando pase un par de minutos más, se incorporan las pasas. No se ponen todas, dejar algunas para las decoraciones. Una vez mantecoso se lleva al recipiente y se le ponen por encima las pasas. Así queda listo para introducirlo en el congelador toda la noche.

HELADO  DE VINO BLANCO PORTUGUÉS CON MARACUYÁ

Ingredientes:
1 botella (750 mL) de vino blanco de variedades Viosinho, Fernão Pires y Malvasía fina.
2 cajas de crema de leche de 200 mL cada una
1 lata de leche condensada
Procedimientos:
Poner a fuego lento una botella de vino blanco. Reducir hasta 200 mL aproximadamente. Luego refrescar y refrigerar.
En un bol añadir 2 cajas de crema de leche, batir por 5 minutos, agregar 1 lata de leche condensada, la reducción del vino blanco frío y batir por 5 minutos con mezcladora. Incorporar en recipiente apto para congelación. Congelar por 4 horas.

Salsa de Maracuyá
Ingredientes:
Pulpa de maracuyá
1 cda de maicena
½ taza de agua
½ taza de azúcar
Procedimientos:
Poner en una cazuela a fuego bajo la pulpa de maracuyá
Disolver ½ cucharada de maicena en ½ taza de agua. Añadirlo a la pulpa de maracuyá, añadir media taza de azúcar y mezclar hasta que quede cremoso. Enfriar.
Incorporar o montar el helado con esta salsa de maracuyá y decorar con hojas de menta o hierba buena.

 

A Spoon for this Wine, Please
Wine has always been more than an alcoholic drink that fascinates many people and above all, conquers those who have a good liking. Among its many uses, it includes the preparation of different dishes and cocktails, combinations with soft drinks to fight back the sweltering heat, and also as an ingredient in delicious desserts.
U.S. company Cream Wines has created exquisite combinations with sweet and very fine wines, which join more traditional flavors in the realm of ice cream, such as chocolate or vanilla. In the case of Europe, Italy takes the cake. Especially in the south of the country, in provinces such as Sicily, there are traditional ice cream shops that make their own ice cream based on well-known wines. Also Portugal and Spain provide excellent ice cream made of wines. In Rioja, for example, the tempranillo (early reap) wines are used in obtaining this refreshing dessert.