“El honor de representar a las mujeres que hoy están en la cantina, que hacen su debut, es algo que me satisface mucho. Si hubiera ganado alguna de las otras chicas, hubiera estado igual de feliz”.
“Cuba no se estudia, se vive. El ron es parte de su cultura, es como sentir la música, bailar: es la felicidad”.

- “QUERÍA DEMOSTRAR A LA NUEVA GENERACIÓN QUE PUEDE ADAPTARSE, TOMAR RIESGOS, HACERLO DIFERENTE Y ABRIR SUS MENTES A CUBA, PORQUE LA ISLA TAMBIÉN ESTÁ ABIERTA AL MUNDO”, ASEGURA LA PRIMERA MUJER EN CORONARSE COMO GANADORA DEL GRAN PRIX INTERNACIONAL DE COCTELERÍA HAVANA CLUB 2018

Ninon Fauvarque no es una chica cualquiera. Uno lo sabe desde que choca de bruces con su sonrisa, con esa tierna ingenuidad que ni el piercing en su nariz ni el rapado en su cabeza logran eclipsar. Cuando habla de lo que le gusta, toda ella brilla y, mientras trata de elegir palabras que abracen su emoción, quien esté atento puede encontrar certezas, una decisión a prueba de garrote y esa envidiable capacidad de asombro que la ha llevado desde Francia, su país natal, hasta América, y que ahora le anticipa el mundo.
Ninon tiene 23 años (recién cumplidos); sin embargo, es la primera mujer en coronarse como ganadora de un Gran Prix Internacional de Coctelería Havana Club. Pero eso no es todo. Llevaba solo trece meses en la cantina antes de triunfar estrepitosamente. Primero había tanteado otras opciones, hasta que un tutor muy acertado, una pasión arrolladora, perseverancia y disfrute labraron su ruta hacia Cuba y aquí ganó la gran competencia mundial.
Fue número uno entre cuarenta finalistas, y aún no se lo cree. Al menos eso nos comentó en exclusiva justo después de ser declarada Campeona del HCCGP18, Ganadora del First Sip y del People’s Choice Award del certamen.
¿Sorprendida con el resultado?
Sí, totalmente. Estaba feliz con mi presentación, con haber llegado a la Final, pero siempre pensé que ocuparía, en todo caso, la tercera posición, pues tuve compañeros increíbles que hicieron una presentación y trabajo magníficos. Cuando comunicaron el tercer puesto para Armenia, me dije: ‘Ah, no soy yo’. Luego escuché que el segundo lugar correspondía a Ghana y creí que había concluido mi momento. De pronto me anunciaron ganadora y lo primero que vino a mi mente fue ‘¿¿¿Qué???’. Imagina, llevo solo un año en la coctelería. Esta competencia es algo que jamás pensé.
¿Con apenas un año de entrenamiento batiste al resto de los competidores en todas las eliminatorias y llegaste aquí?
Exactamente. ¡Es una locura! La primera vez que toqué una coctelera fue en abril del año pasado. Antes era camarera en la Queue do coq, el bar donde aún trabajo, no en París, sino en mi ciudad natal, cerca de las montañas, en Annecy: el lugar más dulce del mundo. Mi jefe me estaba observando y vio cierta capacidad. Él tiene una gran conexión con las personas. Y tiene, además, mucho conocimiento. Me dijo que siempre que yo estuviera dispuesta, él me enseñaría la técnica y todo lo necesario. Creyó que podía hacerlo, confió en mí. Luego, como aprendía tan rápido, surgió la idea de que participara en esta competencia.
Hay quienes llevan mucho tiempo tras la barra y no consiguen llegar a una posición como la que has conquistado, de representar a tu país en un concurso de esta magnitud y triunfar. ¿Qué hiciste diferente?
No lo sé, creo que es una manera de pensar: vine sin expectativas, sin juzgar nada. Decidí disfrutar, ver y aprender de los otros competidores. No le di demasiada importancia al resultado posible. Además, estaba el hecho de visitar Cuba, un sueño convertido en realidad. Estoy enamorada de este país y la competencia no era solo acerca del ron. Que el tema fuera Cuba Moderna, e interpretarla aquí, fue definitivo. Toda la investigación que hice se volvió nada cuando llegué y tuve los primeros encuentros. Enmudecí sorprendida por todas estas personas, su energía, su vibra. Los cubanos están haciendo sus cosas en cada lugar… y les está yendo estupendamente. Pensé que debía actuar del mismo modo. De hecho tuve que hacerlo, mi coctel varió de un día para otro. Tuve que modificar mi manera de pensar y hacerlo funcionar.
Para la Eliminatoria utilicé Havana Club 3 años, un producto muy fresco, con la caña expresada de un modo muy particular; sin embargo, en la Final la condición era emplear Havana Club 7 años, que es muy diferente. Debí replantearme todo. Tracé una idea inicial y cuando llegué no encontré uno de mis ingredientes: maracuyá y, otra vez, tuve que cambiar de plan. Así es Cuba. Tuve que adaptarme, buscar una alternativa y estoy muy feliz del resultado.
Tu propuesta fue una evolución del clásico cubano Canchánchara...
Quería demostrar a la nueva generación que puede adaptarse, tomar riesgos, hacerlo diferente y abrir sus mentes a Cuba, porque la Isla también está abierta al mundo. La nueva generación cubana está tan inspirada acerca del arte, que forma parte de su vida diaria, como la música, o el ron... Es increíble. Es la verdadera evolución. Con mi coctel Curvas intenté tomar un clásico y hacer lo mejor que pudiera, ofrecer una nueva visión.
¿Crees entonces que el triunfo vino de saber transformar el pasado?
La verdad es que nunca tuve la pretensión de adaptar nada más que a mí misma. Todos los competidores estuvimos en la misma situación, haciendo cocteles, trabajando, pendientes de ello, pensándolo. No sé lo que me hizo ganar. Quizás fue solo el trago, quizás algo más. Fue muy difícil trabajar aquí, considerando a lo que estamos acostumbrados, porque el hielo se derrite rápido, el clima es muy diferente, el limón también, y el azúcar... Por consiguiente, todos tuvimos que adaptarnos para seguir adelante. No tengo una respuesta para afirmar, ‘gané por esta razón’. Solo puedo decir: ¡funcionó!
No obstante, hay otra cosa: el honor de representar a las mujeres que hoy están en la cantina, que hacen su debut; es algo que me satisface mucho. Si hubiera ganado alguna de las otras chicas (de Italia, Alemania, Cuba), hubiera estado igual de feliz. Es genial ver el empoderamiento femenino.

 

 

 

She, Ninon
Ninon Fauvarque is only 23 years old; however, she is the first woman to be crowned winner of the Havana Club International Cocktail Grand Prix. She had only spent thirteen months in the bar before her great win. She had sized up other options before, but a smart tutor, an overwhelming passion, perseverance and enjoyment paved her way up to the world competition at the Cuban capital.
Although she prevailed over forty finalists, the young French lady still cannot believe it. That is what she told us in an exclusive interview right after she was declared Champion of the HCCGP18, Winner of the First Sip and People’s Choice Award.

Y está el ron... Creo que es eso lo que me hace diferente: Havana Club es para mí un producto muy especial, siento que me habla, me acerca a Cuba, un país que siempre quise conocer, que amo. Cuba no se estudia, se vive. El ron es parte de su cultura, es como ser feliz, sentir la música, bailar: es la felicidad.