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La gastronomía peruana, considerada una de las mejores del mundo por su variedad y sabor, acaba de cumplir 40 años de haber llegado a Panamá. Y llegó para quedarse.

La mezcla de condimentos y productos de China, España, Italia y Japón, con los sabores de los antiguos Incas que cocinaban bajo la tierra en unas ollas de barro llamada Pachamanca, dieron origen a la esta cocina, que en la actualidad trasciende fronteras y es altamente apreciada por los comensales.

Fue en la década de los 70 que comenzaron a abrirse los primeros restaurantes de cocina peruana en Panamá. Tal fue el caso de Las Rejas y Pez de Oro, que debutaron en 1974. Ya para 1990 existían otros como Mar del Sur, Marenostrun y El Chalan, mientras que en 2003 abrió Mi Perú, La Jarana y Tambor de Oro. Delicias Peruanas, Contigo Perú, Rico Sabor y Machu Pichu se crearon en 2005. Más recientemente, en 2010, vio la luz Segundo Muelle y Cuzco; y en el 2014 Casa Perú, Camino del Inca, Gran Chimú, El Virrey y Brujas de Cachiche.

Esto es apenas un asomo al total de 38 restaurantes peruanos que hoy se extienden a lo largo y ancho del istmo. Platos tan exquisitos y clásicos, como el ceviche recién hecho , el lomo saltado, ají de gallina, la parihuela, la jalea de mariscos, la papa huancaína, la chicha morada, y muchas otras creaciones a base de pescado, mariscos, pato, cabrito, pollo y res, muestran al mundo cómo son los peruanos y lo que sienten por lo suyo. Esta cocina es considerada una de las más heterogéneas. Tiene el Récord Guinness a la mayor variedad y diversidad de platos típicos en el mundo (491). Se han registrado más de 2000 sopas diferentes, solo en la costa, y más de 250 postres tradicionales a nivel nacional.

Distinguida por la OEA como Patrimonio Cultural de las Américas, está en constante evolución. Su gama de sabores, colores, texturas y aromas son incomparables, pues logran combinar en sus platos gastronomía y cultura.