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No cabe duda que este superdeportivo, perfeccionado por el equipo de Honda R & D Américas, se parece sobremanera al NSX Concept que conocimos en el Auto Show de Detroit 2012. Sin embargo, cuenta con tomas de aire y espejos laterales más grandes, sumado a nuevos grupos ópticos.

Para estar a tono con la tecnología actual, el deportivo biplaza presenta una propulsión híbrida compuesta por un motor de combustión y tres motores eléctricos; además, cuenta con carrocería y chasis donde predomina el aluminio, acompañado de acero ultraligero de alta resistencia y fibra de carbono. El panel de instrumentos está compuesto por una pantalla TFT, la que se adapta al modo de conducción elegido. Destacan en el salpicadero, la consola central, los botones y mandos para el arranque, así como modernos sistemas de navegación, climatización y equipo de sonido. Los controles son simples e intuitivos, mientras que los asientos presumen de su cómoda ergonomía.

El sistema híbrido de propulsión está integrado por un motor de combustión (V6 a 75º, dos turbocompresores y lubricación de cárter seco), colocado en posición longitudinal por detrás del habitáculo. Entre él y la transmisión (automática de doble embrague y de nueve velocidades) se instaló un motor eléctrico encargado de mejorar las gestiones de potencia hacia el eje trasero. Por otra parte, las ruedas delanteras están asistidas –independientes– por los dos restantes motores eléctricos, los que garantizan una mayor aceleración y mejoran el paso por curvas al variar la trayectoria en cada una de las ruedas direccionales, debido a la diferencia de giro.

Se presenta con cuatro modos de conducción: Quiet, Sport, Sport + y Track. La selección se hace a través de un mando circular situado en la consola; se denomina IDS cuyo nombre corresponde a las siglas en inglés: Integrated Dynamics System. El primero realiza una propulsión ciento por ciento eléctrica. El fabricante no ha dado a conocer datos de autonomía eléctrica y se limitó a decir que este modo es para conducir a baja velocidad y distancias cortas. Los otros tres modos de conducción (Sport, Sport + y Track) aumentan progresivamente la velocidad de respuesta del sistema de propulsión, la transmisión y de la dirección. Cuenta, además, con una función llamada Launch, diseñada para las aceleraciones desde parado con la máxima potencia.

La carrocería del Acura NSX mide 4.47 m de longitud, 1.94 m de anchura y 1.22 m de altura, con una distancia entre ejes de 2.63 m. Son cotas similares a las del Audi R8 y el Lamborghini Huracán.

Las llantas de aleación son mayores en el tren trasero y calzan neumáticos 295/30 R20, mientras que las delanteras se cubren de cauchos 245/35 R19. El sistema de frenos se compone de discos carbonocerámicos en las cuatro ruedas, los delanteros son asistidos por pinzas de seis pistones, mientras que los de la zaga trabajan con pinzas de cuatro.

En cuanto a las proporciones bajas y anchas del Acura NSX no solo son así para rendir tributo al modelo original, sino que también facilita la aerodinámica. Las abundantes tomas de aire no son solamente accesorios deportivos; tienen doble función: refrigerar el motor y ayudar al bólido a mantener las ruedas sobre el pavimento, para ello se auxilia del kit aerodinámico integrado por alerones, faldones y spoilers.