La Habana atesora esta joya: ¡Packard Clipper Six 1942!
La iniciativa de vestir al chofer acorde a la época del auto, logró un conjunto exquisito. Es el único ejemplar en Cuba, que conozcamos, en este excelente estado y podemos afirmar que es un privilegio apreciar este Clipper Six 1942.
Sin dudas, el Clipper Six es el icono perfecto para el hotel Packard, ubicado en el Prado habanero, donde antaño se encontraba la agencia Packard en Cuba. Así, se integra a todo el proceso restaurador de la zona histórica, haciendo más rica la imagen del Prado, con sus leones, su paseo central y demás elementos que armonizan un proceso que ya es apreciable.
Este auto fue comprado originalmente por Moisés Santander, acaudalado propietario de Cerámicas Santander, industria asentada en la Trinidad de los años treinta. A su muerte, el auto pasó a manos de su hija y, finalmente, a José Amador Santander. No ha sufrido modificaciones, al punto que aún conserva detalles como sus tapas de rueda y, en el soporte original del filtro de aire, la chapilla que reza con toda claridad: “Packard Clipper 1942”. Solo ha necesitado restablecer la pintura en dos ocasiones.
El auto se ha convertido en la perla del hotel Packard, una atracción exclusiva, como en el mencionado desfile por el 500 Aniversario de La Habana, del cual Iberostar fue uno de sus organizadores.
Un Packard Clipper 1942 tiene todos los ingredientes de un clásico de pura cepa: marca de lujo, líder de estilo y mecánica en su época, y pocas unidades producidas. A esto se añade la desaparición de la marca hace décadas.
El diseño del Packard Clipper es de las mayores controversias del automovilismo, marcada por reclamaciones entre “Ducht” Darrin y la compañía Packard. Como fuere, el Clipper fue el más bello auto norteamericano de inicios de los cuarenta. Sus líneas antológicas lo destinaban a ser un superéxito, pero la guerra le condenó. En 1942, cuando Packard expandió el estilo Clipper a toda su línea, los Estados Unidos entran en la guerra y, con solo 34 046 unidades fabricadas, la producción se paraliza en febrero.
Los motores disponibles eran un seis en línea de 4.0 L, 105 CV y dos ocho en línea: uno de 125 CV y otro de 165 CV, el más potente del mercado. El Packard Six –nuestro protagonista– se identificaba estéticamente porque su parrilla frontal no continuaba hacia el lateral del guardabarros.
Havana Treasures this Gem: a 1942 Packard Clipper Six!
The image of the Packard Clipper Six, at the head of the Classic Car Parade for the 500th Anniversary of Havana, was unbeatable. A singular car, of great significance in the history of the automobile, in magnificent condition and a symbol of one of the most exalted hotels in the country.
The initiative to dress the driver according to the time when the car was built, achieved an exquisite set. It is the only copy in Cuba, that we know, preserved in this excellent state. It is a privilege to feast eyes on this 1942 Clipper Six. Undoubtedly, the Clipper Six is ??the perfect icon for the Packard hotel, located in the Havana Prado, where once upon a time a Packard car dealer stood tall. Thus, it is integrated into the whole restoration process of the historic core, making the Prado's image richer, with its lions, its central promenade and other elements that harmonize a process that is already visible.