- Lo que Darwin no vio.
Todo ser humano de una u otra manera se ha sentido fascinado por la historia, pero ser testigo y protagonista de un hecho histórico es cosa seria. El 8 de septiembre del 2016, Galápagos cumple 38 años de haber sido proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y ese mismo día quiso la vida haberme puesto en el lugar y momento adecuado, para lo que fue uno de los más emocionantes de mi vida.
La presencia de los presidentes Rafael Correa Delgado, de Ecuador, Juan Manuel Santos, de Colombia, y Guillermo Solís, de Costa Rica, así como el doctor Enric Salas y el cantante Español Miguel Bosé en este remoto lugar del Océano Pacífico para la presentación de la premier del documental Galápagos, las islas de la evolución, realizado a través del proyecto de National Geographic Pristine Seas, y la posterior firma de los acuerdos de delimitación de las fronteras marítimas entre Ecuador, Costa Rica y Colombia, el fin de un largo proceso de hace 200 años.
Al filo de las 18:30 horas ya se concentraban en el Parque San Francisco en el malecón de Puerto Ayora en la Isla de Santa Cruz alrededor de 5 000 personas entre pobladores invitados. A las 19:00 horas hicieron acto de presencia los presidentes de Ecuador y Costa Rica acompañados del doctor Salas y Miguel Bosé, la multitud entre aplausos y vítores les dio la bienvenida. El ministro del Ambiente, Walter García, destacó durante su intervención: «Este santuario marino —declarado así mediante Decreto Ejecutivo de marzo de este año—posee la mayor concentración de tiburones del planeta, incluidos los tiburones martillo que se encuentran en la Lista Roja de especies en extinción, y la única migración de tiburones ballena que llegan a Galápagos para descanso y gestación».
El cantante galapagueño Jonh Peter abrió el evento con la emotiva canción «Este es mi Ecuador» en medio de un ambiente muy emotivo, lo que provocó que se rompiera el protocolo e invitara a Bosé a interpretar la canción Morena mía, de la autoría de este último. Miguel se encontraba afónico, y aun así accedió, por cuanto el respetable público le agradeció de manera muy especial.
Luego de las intervenciones de Correa, Bosé y Enric Salas se hizo la proyección del documental, de una calidad impresionante de fotografía, y tomas espectaculares nunca antes vistas, con un despliegue tecnológico de última generación, un contenido rigurosamente elaborado y un mensaje a las generaciones presentes y futuras sobre la necesidad de preservar la naturaleza original de nuestro mundo.
Al siguiente día tuve la oportunidad de ser testigo de las diferentes actividades que se desarrollaron, en las que habitantes de las islas e invitados pudieron intercambiar, bendiciendo los segundos por estar viviendo esa experiencia. Puerto Ayora es la ciudad más habitada de la Isla de Santa Cruz y en ella viven alrededor de 10 000 personas.
El sábado en la mañana tuve la agradable misión de acompañar a Miguel Bosé y al doctor Enric Salas hasta el aeropuerto de Baltra en su retirada de Galápagos, donde estuvimos alrededor de dos horas intercambiando sobre sus experiencias como protagonistas de este importante material fílmico. He tenido el privilegio de ser testigo de este proyecto desde sus inicios, y en la despedida de Bosé y Enric pude tener de primera mano vivencias que el documental por cuestiones obvias no puede reflejar, como son las emociones; es como el making of de una película. Ambas personalidades están dotadas de una profunda militancia por la conservación, y me dieron su testimonio de lo que Darwin nunca pudo ver.
El cantante Miguel Bosé, que participó durante la filmación como narrador del corto del documental, mostró su alegría al recordar que hace pocos meses el Gobierno Nacional tomó la firme decisión de conservar Galápagos para la humanidad, a través de la creación del Santuario Marino Darwin & Wolf, al norte del archipiélago.