Luna de Miel de Casa DuPont en Varadero Cuba
La mansión Xanadú se alza altiva sobre una roca, mirando al mar desde el año 1930, año en el que Irenee Dupont mandó construir esta magnífica casa, en un lugar privilegiado de Varadero. Hoy, sigue observando todo lo que ocurre dentro y fuera de sus muros, mientras para muchos es el lugar elegido para descansar, jugar al golf o para celebrar los días más especiales de sus vidas, los de la boda y la Luna de Miel.
Irenee Dupont De Nemours, químico americano de origen francés, famoso por ser el descubridor de fibras plásticas como el nylon y uno de los tres hombres más ricos de su tiempo, decidió en 1927 buscar un lugar donde pasar tranquilo sus momentos de ocio. El lugar escogido fueron 180 hectáreas en la Península de Hicacos, en las Peñas de San Bernardino, en Varadero. Allí construyó la “Mansión Xanadú”, nombre escogido para rememorar el Palacio del emperador Kublai Khan, conquistador de China y cuyo origen parte de un poema del escritor inglés Samuel Taylor. El proyecto fue desarrollado en 1930, por arquitectos cubanos con un coste total de 1.300.000 dólares de aquella época. En ella se utilizaron los materiales más exclusivos, destacando el uso de maderas cubanas como caoba, cedro y jiqui. El elemento central de toda la construcción es el órgano, con un costo de 110.000 dólares y que convierte la mansión en un mecanismo acústico perfecto. Está situado en la planta más baja con un conducto central que llevaba la música por toda la casa a excepción del segundo piso en el que están situados los dormitorios, con el fin de aislarles del ruido. En el primer piso están los salones, con salida directa a la terraza donde se puede ver el mar y salir a la playa. En el tercer piso estaba situada una sala de juegos abierta, que hoy es el Bar Mirador, en el que respetando la estructura de madera se ha cerrado con cristales. La Mansión durante los años en los que el Sr. Dupont la habitó, entre 1930 y 1957, siempre en cortas visitas, contó con invitados ilustres del mundo de la cultura, el cine o la política, destacando entre otros Onasis. En nuestros días la Mansión Xanadú se ha convertido en un pequeño y acogedor hotel con 9 habitaciones a las que se le ha dado nombres emblemáticos: Irenee, Oasis, Kublai Khan, Samarkanda, Marco Polo, Califa...Todas ellas conservan parte del mobiliario original y los baños decorados en mármoles, tal como los concibió su creador, hace más de cincuenta años.
LUGAR IDEAL PARA CASARSE Por su privilegiada situación frente al mar, en un lugar en el que las puestas de sol son quizás de las más hermosas del mundo, la magia que rodea cada rincón repletos de historias imaginadas cuando escuchamos quién fue su morador y quiénes sus invitados, en una época dorada y llena de glamour, por la belleza de todo el inmueble que conserva muchos de los detalles originales en muebles, lámparas y salones y también por un servicio esmerado y movido por la ilusión de un equipo que trabaja por satisfacer al cliente y hacerle sentir especial. Por todo eso, la Mansión Xanadú es un lugar ideal para celebrar una boda y pasar allí los inolvidables días de la Luna de Miel. La ventaja que ofrece frente a otros lugares es el poder realizar la ceremonia por parte de un juez y posteriormente la celebración en el mismo lugar, ya que ellos se encargan de organizar todos los detalles: flores, catering y después... ¿qué puede haber más romántico que dormir en la habitación que un día ocupó el mismo Irenee Dupont? Excelencias fue testigo de una boda celebrada en el Mirador el pasado mes de abril, los novios accedieron amablemente a compartir con nosotros su emoción y la belleza de un día irrepetible. El “día” comenzó a las 4 de la tarde, momento en el que novios e invitados se reunieron en el último piso, en el Mirador, con la única vista del mar Caribe y el sol ro-deando el acto. La juez celebró la ceremonia en un momento íntimo y acogedor. Acto seguido todo estaba preparado para comenzar la fiesta, el catering corrió a cargo del restaurante y el equipo de la Mansión, finalizando con una preciosa tarta nupcial que colmó las ilusiones de todos. Cuando todo el mundo se marchó y de nuevo llegó la paz, la habitación del “anfitrión”esperaba a la feliz pareja. Esta habitación guarda el ambiente que suponemos debía tener en el tiempo en el que el Sr. Dupont dormía en ella. Lo más significativo es su situación en una esquina, mirando a dos lados y frente al mar. Es curioso cómo el balcón que da al mar no se comunica con el balcón del otro lado, ¿quería guardar su intimidad respecto al balcón compartido con la habitación de la Sra. Dupont?. Lo cierto es que es difícil describir la belleza de las vistas, la sensación de dormir escuchando las olas que rompen a los pies de la Mansión y el increíble amanecer que se puede disfrutar sentado en la barandilla del balcón cuando la casa aún duerme tranquila dejando que los novios se sientan los dueños de un sueño, aunque sea por unas horas. El desayuno puede tomarse en la misma habitación o se puede bajar a la terraza para tener el mar aún más cerca. La nueva vida no podía empezar mejor, todo será inolvidable aunque estamos seguros que la escena que todos recordarán será la puesta de sol que tras los novios ponía el cierre más perfecto en un lugar y a un momento irrepetible. Nadie que haya estado en la Casa Dupont en uno de sus atardeceres, podrá olvidarlo.
LA BODA EN CIFRAS Celebrar una boda en la Mansión Xanadú es algo posible, los sueños también se cumplen. Las habitaciones dobles oscilan entre 130 y 190 dólares, y la de Dupont entre 160 y 250 dólares, siendo la temporada alta entre el 24 de diciembre y el 1 de enero. No existen tarifas especiales para Lunas de Miel, pero ofrecen atenciones como son flores, ron, champagne y bombones. Respecto al catering, se organizan buffet con un precio que oscila entre 10 y 15 dólares por persona, con servicio de barra abierta la primera hora por 10 dólares y 8 dólares la segunda hora. Para los invitados pueden servir comidas con un precio de unos 35 dólares por persona y cena con precios que oscilan entre 55 y 70 dólares por persona.