¿Por qué puso Dios oro a la más «fea»?

Diego de Ordás había sido uno de los capitanes de Cortés en la conquista de México. En 1530 se propuso remontar el Orinoco, pues estaba seguro de que encontraría la fuente del oro americano en las cabeceras de los grandes ríos, el Amazonas y el Orinoco. Diego de Ordás had been one of Cortés' captains in the conquest of Mexico. In 1530, he proposed himself to go up river at the Orinoco, since he was certain he would find the source of the American gold in the headwaters of the big rivers, the Amazons and the Orinoco. El Museo del Oro de Bogotá tiene la colección más completa de orfebrería precolombina The Gold Museum of Bogotá has the most complete collection of Pre-Columbian goldsmithing La idea de que el oro se hallaba cerca del calor del Ecuador estaba muy difundida. El jesuíta naturalista José de Acosta así lo creía: “Un padre con una hija fea le da una gran dote para casarla; y ésto es lo que Dios hizo con esta difícil tierra, dándole mucha riqueza en minas para que así pudiera encontrar a alguien que la quisiera”. La expedición de Ordás fue un desastre. No obstante se convirtió en la precursora de la búsqueda de El Dorado, el mito del Jefe indígena que se bañaba cubierto de polvo de oro en una laguna sagrada. Nada como el oro para lanzar a la acción a los aventureros españoles. Nosotros también vamos a lanzarnos a la acción para buscar oro; y lo vamos a encontrar en el país de El Dorado, en Colombia.

Las expediciones españolas se armaban en busca del mito de El Dorado, el jefe indígena que se bañaba cubierto de polvo de oro en una laguna sagrada The Spanish expeditions were formed searching for the myth of El Dorado, the native Chief who bathed covered by gold dust in a sacred lake.

¿Dónde está El Dorado? En pleno centro de la ciudad encontramos el célebre Museo del Oro de Bogotá, el más importante del mundo en orfebrería precolombia. Contiene más de 33.000 piezas de oro, además de cerámicas, textiles, instrumentos líticos y otros objetos prehispánicos. El museo se distribuye en tres plantas. En la primera, hay una sala para exposiciones arqueológicas itinerantes. La segunda está distribuida en vitrinas con muestras de las diferentes culturas. La planta superior exhibe las piezas más importantes de la colección. El llamado Salón Dorado ocupa la parte central de la tercera planta. Su espectacular vitrina circular contiene 8.000 piezas de oro. Al interior de la sala se accede en pequeños grupos para disfrutar de un espectáculo de luz y sonido muy interesante. En el Museo del Oro podemos contemplar piezas extraordinarias, capaces de hacernos viajar con la imaginación a los tiempos precolombinos, cuando el oro era tomado por los indígenas como elemento sagrado, dotado del poder del sol, y símbolo de la vida y era entregado en ofrenda. A partir de la conquista, una nueva mentalidad materialista sobre los metales preciosos se impuso frente al pensamiento mágico aborigen. Las piezas del museo tienen cientos de años pero asombra lo vanguardista del diseño, muchas no desentonarían si se expusieran en un museo de arte moderno. De hecho, en Colombia se produce bisutería y joyería con reproducción de precolombinos que siguen adornando a la mujer actual. En el Salón Dorado hay una vitrina con 8.000 piezas de oro