Como la calidad de un buen vino está definida por su viñedo, el carácter de un habano está íntimamente ligado a la tierra donde se cultiva. Es por eso que los mejores habanos proceden solo de lugares denominados VEGAS FINAS DE PRIMER, lo cual les da su propia denominación de origen. Todos los habanos son puros cubanos pero no todos los puros cubanos son habanos. Esta es una Denominación de Origen exclusiva para aquellos cuyas materia prima proviene de una zona estrictamente delimitada por su suelo y sus microclimas. En su mayoría se hacen totalmente a mano y usando métodos artesanales de hace más de 200 años y que se han mantenido casi invariables hasta nuestros días, además de que deben pasar rigurosos controles de calidad para ser considerados Habanos. Existen unos 250 puros de diferentes formas y tamaños, así como más de 30 marcas de Habanos, si bien están entre las más conocidas Cohiba, Montecristo, Romeo y Julieta o Partagás. El fumarse un buen Habano ha sido siempre sinónimo de placer y distinción. Los motivos pueden ser tan disímiles como un triunfo en los negocios, una boda, el nacimiento de un hijo y hasta por el placer de estar a solas con el puro repasando nuestros asuntos, oyendo buena música y relajándonos. Un momento que se ha convertido para muchos en especial es ese tercer tiempo del almuerzo o la cena, donde en unión de una buena compañía y una conversación inteligente se impone un buen café gourmet, una bebida de sobremesa dígase coñac, brandy, tequila ,whisky u otro eau de vie y un buen Habano.

Es en ese instante que resulta de mucha utilidad la recomendación de un habanosommelier, quien puede sugerirnos el mejor maridaje para disfrutar el máximo ese exquisito placer. En ese sentido, un buen matrimonio de tres que le proponemos es el de:

•Café Nespresso Ristreto •Whisky Single Malt Glenlivet 12 años •Cohíba Robusto

Recomendamos esta combinación para acompañar un postre de chocolate 70 % dark , pues la intensa esencia floral del café en nariz se integra muy bien con la cocoa. En boca encontrará cómo se complementan los sabores, mientras el amargo dulzor del chocolate se integra con la acidez del café y los tonos frutosos y ahumados del whisky, resultando todo de un aterciopelado paso por el paladar con un postgusto largo y sedoso. Todo esto le parecerá hecho a la medida para el refinado disfrute de la fumada del robusto de Cohíba, que tiene una fortaleza de medio a fuerte y una expresión aromática llena de la finura y elegancia de la marca, única en beneficiarse con una tercera fermentación de la hoja. Pero el anterior es solo un ejemplo de los muchos posibles maridajes que existen, donde deben considerarse para hacer una recomendación elementos como:

•Experiencia del cliente como fumador •Consistencia de los alimentos consumidos durante la cena •Tiempo del que dispone para el disfrute •Preferencias de consumo

Solo así alcanzará la persona el máximo disfrute del placer que puede proporcionar un Habano, cuando encuentra perfecto un matrimonio para tres.

“Incluso en la caja final o en el humidor, el proceso de añejamiento de un habano no termina nunca.”