Año nuevo La Resaca “Encantadora”
Un gourmet que se ha dejado llevar por los placeres y hasta los excesos indescifrables de Año Nuevo, puede deshacerse de los malestares típicos que le esperan al amanecer.
n gourmet amante de los placeres y conocedor del buen comer y beber se dejará llevar seguramente en Fin de Año por las alegrías y emociones de ese filo sentimental entre dos tiempos: el que se ha ido y el que comienza. En situación tan sensible sucumbe irremediablemente ante las tentaciones y puede caer en los excesos, apenas sin darse cuenta. Imaginemos que se las agenció para llegar sano y debidamente informado a ese feliz y selecto instante de la existencia. Lo hizo tal vez con una suculenta cena, en una simple reunión familiar, en un encuentro entre amigos... Hay que festejar tan esperado suceso como en todas partes del mundo, con su significado para disfrutar en paz y armonía. No se puede generalizar en cuanto a los diferentes modos en que los gourmets arriban al Fin de Año, pues la nacionalidad, llevada por la idiosincrasia y los hábitos alimentarios, dan a cada población su personalidad y comportamiento ante la vida, incluso la musicalidad que llevan dentro pone un toque de pimienta que estará por exceso o por defecto en estos festejos. Pero aquellos que se dejan llevar por sus gustos arribarán al nuevo día con la típica «resaca» de la mañana. Ese mar revuelto y de corrientes opuestas. Los efectos de los excesos o de los manjares elegidos provocan mareos, nauseas, dolor de cabeza y resequedad en las mucosas de la boca.
POR UNA MAREA DE BIENESTAR Esas secuelas no tienen por qué amargar completamente el nuevo amanecer. Beber jugos naturales, no cítricos, más bien restauradores del metabolismo como la manzana, la papaya, el jugo de tomate u otros refrescantes como la piña o la pera, así como comer trozos de estas frutas en pequeñas porciones, incluyendo el plátano, que pueden ser ligeramente aderezadas con yogurt de sabor, nos ayudará a recuperar potasio y empezar a desintoxicar el cuerpo. De un modo sano y cauteloso repararemos el pH del estómago, que hay que neutralizar suponiendo que sus ácidos también entraron a la fiesta. Tengamos en cuenta que al terminar de cenar muy tarde, la digestión pudo ser muy lenta y pueden quedar restos por digerir. Una vez que saciamos la sed con los jugos o las frutas y restauramos el potasio perdido, debemos incorporar el agua mineral para lograr un equilibrio hídrico, bebiendo sorbo a sorbo y durante el resto del día. El agua debe ser natural preferiblemente, o carbonatada para los que acostumbran a ella y no tienen padecimientos contraproducentes con el gas carbónico. De hecho, el agua mineral carbonatada nos ofrece un efecto diurético, facilita la digestión y ayuda a eliminar el acido úrico. Es recomendable poner unas gotitas de limón natural al agua con gas y cinco gotas de angostura para lograr un efecto digestivo. El zumo de naranjas es muy apropiado para desintoxicar, si la resaca responde solamente al efecto de los alcoholes y no a una deficiente digestión.
A MÁS EXCESO MEJOR DIETA El exceso de alcoholes de diversa composición y volumen, vinos y sus destilados, o aquellos provenientes de granos, ya sean blancos o añejos, supone buscar al amanecer una dieta cuidadosa y reparadora. No es día de comer huevos en el desayuno, ni alimentos difíciles de digerir. Se sugieren quesos blandos y no curados, con frutos secos, y pescados frescos como el salmón, pan tostado con mermeladas de fruta, algún cereal con leche fría, o simplemente una infusión de menta poleo o manzanilla. Algunos pueden acceder a un café caliente y largo, pero siempre con unas gotas de leche fría, que servirá para recuperarnos del cansancio y acabar de abrir los ojos. La leche al igual que el huevo son alimentos que contienen proteínas difíciles de digerir —las cadenas de aminoácidos de estos alimentos son de mucho valor proteico— por lo cual un estómago agredido por los excesos no tendrá la posibilidad de hacer el ejercicio de desdoblarlas, pues el organismo no cuenta con la energía suficiente. El pH de la leche es neutro y ayuda a disminuir la acidez, pero solo en pequeñas cantidades, por ello sugerimos añadir leche al café en porciones adecuadas para contrarrestar la acidez presente en el mismo, y lograr un efecto reparador y estimulante. PLACERES GOURMET Un Gourmet cuida la salud y conoce como alimentarse, pero es un ser humano que siente y vive los placeres de la vida en todo minuto. Por eso debe saber como prescindir en su primer desayuno del año de lo que puede ser dañino, así como no recurrir a ningún tipo de medicación, teniendo en cuenta que aún conserva alcohol y toxinas en sangre que serán eliminadas lentamente en el proceso de desintoxicación. Comer es también conocer. Probar es saber enfrentar lo desconocido y superarlo si nos daña. Excedernos siempre nos trae una consecuencia, pero limitarnos nos quita la posibilidad de un nuevo saber o de superar un reto. Tras los excesos de Fin de Año, no es pecado estar afectado por ese amanecer sorpresivo en que aparecen malestares no deseados, pues más allá de los excesos… esa es la resaca “encantadora” y la alegría que queda tras haber experimentado lo esperado y lo deseado.