Considerados como un toque de distinción en cualquier bar del mundo, los cócteles que usan como ingrediente algún vino espumoso se han puesto de moda en los últimos años.

hic y glamurosos, los vinos espumosos se han impuesto en el gusto de los amantes del gourmet desde que Dom Pérignon, capataz principal de las bodegas de la Abadía de Hautvilles, encontró el método para explotar la segunda fermentación que se producía en el caldo de las uvas obtenidas en la región de Champagne, situada al norte de Francia. Por ser esta zona muy fría, la vendimia es tardía allí y la fermentación de los caldos se detiene naturalmente por las bajas temperaturas. En la primavera y verano este proceso comienza de nuevo dando paso a una segunda fermentación y produciendo gas en el vino. El proceso básico de obtención de vinos espumosos, ya sean los famosos champagnes franceses, las cavas españolas o del Nuevo Mundo, e incluso los frizantes italianos, se ha ido perfeccionando a lo largo del tiempo y estas bebidas han ganado espacio por sí solas como copas de lujo, pero también como ingredientes fundamentales de muchos cocktails de renombre. En su utilización para mezclas alcohólicas, es recomendable usar vinos espumosos más económicos, pues de alguna manera su sabor se modificará al agregarle los demás componentes de la mezcla. Aunque, claro está, a mayor calidad del vino mucho mejor será el cocktail. Otras reglas básicas que deben tener en cuenta los barmans son no usar nunca la coctelera o la batidora para verter en ella los vinos espumosos, aunque alguna parte del cocktail requiera batir algunos ingredientes por separado, así como tener en cuenta que casi siempre los espumosos son los últimos en verterse en la copa. Igual es importante tener en cuenta su clasificación de acuerdo al contenido de azúcar como “Brut”, Seco”, “Semiseco”, o “Dulce”. Este orden permite tener una idea de cuáles serán los otros componentes del cóctel con los que combinará perfectamente. Los espumosos, que muchas veces son utilizados como único contenido alcohólico o con otros espirituosos de base, dan una textura fluida a las mezclas, aportan un toque de dulzor y acidez, además de conferir una sensación de suavidad al paladar, que se aprecia sobre todo en el caso de un trago largo refrescante. Como mismo los cavas o el champagne son el huésped de honor de cualquier celebración importante, un cóctel que contenga estos ingredientes, servido en una copa de flauta y decorado con imaginación, dará un toque de distinción a quien lo prepare o lo disfrute.

Cóctel Bellini Creado en homenaje al pintor italiano en homenaje al pintor Giovanni Bellini, natural de Venecia. Aún cuando es de muy sencilla preparación, es uno de los cócteles con vino espumoso más famosos que existen, especialmente si se utiliza un champagne de alta calidad para su elaboración.

Ingredientes: Una taza de jugo de melocotón 3/4 de cava o champagne Gotas de limón Preparación: Verter en una copa una parte de jugo de melocotón y añadir el cava muy frío. Agregar unas gotas de limón y una pizca de azúcar. Mezclar y servir bien frío.

Mercaderes 208 Recreado en el Restaurante-Bar La Imprenta, en pleno corazón de La Habana Vieja, es un cóctel refrescante ideal para aliviar los calores de esa ciudad tropical.

Ingredientes: 30 ml de vino blanco 90 ml de cava 5 gotas de licor de fresa 1 manzana 1 guayaba Dos rodajas de piña Preparación: En copa de flauta verter el vino blanco y agregar el cava bien frío. Añadir una gotas de licor de fresa y decorar con el número 208 hechos con las frutas.

Champagne mentolado

Considerado un excelente afrodisíaco, este cocktail es muy solicitado en cenas románticas por su sabor refrescante.

Ingredientes: Champagne Licor de menta Bolitas de melón o piña Preparación: Colocar en maceración durante algunos minutos las bolitas de melón o piña en el licor de menta. Servir el champagne bien frío con algunas hojas o gotas de menta y las bolitas de melón o piña como decoración.