A pesar del Dominio de Max Angles #(6) Alejandro Noa #(3) Está cada vez más cerca.

José Carlos “Puchy” León sobre su vistosa máquina que exhibe la enseña nacional, y Max Angle, pionero de esta actividad encima de su domada Kawasaki número 6, constituyen desde hace tres años las máximas figuras de esta generación llamada a convertirse en los futuros pilotos del equipo CUBA. Ambos marchan invictos en la presente temporada con labor perfecta de 45 puntos. Seis mangas, seis triunfos parciales cada uno y tres galardones en este año 2009. El “Puchy” entre los infantiles de 50cc y Angle, en la categoría juvenil de 150. Cada salida al circuito constituye un nuevo reto que se llama luchar contra sus mejores registros personales. Para ellos no hay caídas ni roturas; las 144 curvas que deben atacar en cada carrera válida (12 vueltas a la pista, seis el sábado y otras tantas el domingo) ya parecen una verdadera rutina y las dominan con una alta maestría. Sus marcas constituyen récords y los más recientes se produjeron en la II Copa TRISTAR CARIBBEAN cuando por primera vez debieron recorrer el trazado en sentido contrario, exigente prueba para todos los pequeños competidores. Max, según el cronometraje electrónico, marcó 1:05,600m, en tanto “Puchy” hacía los 1 218 metros en 1:10,510. Muy pronto parece que las primacías actuales van a ser superadas, pues Alejandro Noa (3), Marcos Alfonso (22) y Kevin Fernández (1) parecen listos ya para presionar y acercarse al líder Angle, mientras que Víctor Rosales (4) y el reaparecido Héctor Tapia (69) aspiran a dar la batalla contra José Carlos León. No se podrá perder de vista al prometedor Gustavo Rabasa (7), como tampoco al más infantil de todos, Steven Gutiérrez (5 años de edad), que aunque más lejos en los cronos, se perfila como una estrella naciente de la motovelocidad. Casi todos estos niños y adolescentes que entrena el profesor Manuel Angle complementan su adiestramiento con la participación en el calendario de motocross. Las pistas de San José de las Lajas, Güines y Santa María del Mar ya fueron invadidas por estos pequeñines, quienes arrancaron exclamaciones y vítores de la apasionada afición que sigue esta nueva experiencia del deporte cubano.