Nissan Qashqai 2009: Un nómada familiar
Su reputación no es un alarde. Tan solo diez meses después de ser lanzado en el Viejo Continente, Nissan debió elevar en un 20 por ciento su producción en la fábrica de Sunderland para satisfacer la alta demanda que por entonces había superado las 100 000 entregas. De ahí que la gama 2009 de este crossover compacto, robusto y dinámico, constituya todo un premio para los seguidores de la marca y del modelo, al desarrollar mejores características y performances con el incremento de la capacidad hasta siete asientos gracias a una tercera fila adicional. Esa modificación provocó una serie de cambios en el diseño de algunas secciones del vehículo, como la parte trasera y las puertas, posibilitando que ahora pueda cargar 90 litros más que las versiones anteriores. Y ello, sin alterar sustancialmente su equilibrada naturaleza. Porque el el Qashqai incorpora de serie elementos como el control de estabilidad, ordenador de viaje, Bluetooth y aire acondicionado, pero igual comparte aún la mayoría de los detalles de su antecesor, con diversos niveles de acabado (Visia, Visia Business, Acenta, Tekna Sport y Tekna Premium), cuyos precios fluctúan entre los 18 650 y los 30 200 euros. En ese sentido, mantiene las motorizaciones que tantos elogios le han valido, aun cuando este Nissan no se concibió para ir a todo gas y sí para viajar de forma relajada y confortable. Con los motores de 2,0 l gasolina y Diesel (141 y 150 CV, respectivamente) se puede elegir tracción delantera o total, mientras los propulsores pequeños, 1.5 Diesel y 1.6 gasolina (106 y 114 CV) remiten solo a la delantera. Algo análogo ocurre con la transmisión manual (de cinco y seis velocidades) según la mecánica, aunque existe una caja automática de seis marchas para el Diesel de 2,0 l y una de variador (CVT), con seis relaciones fijas para el gasolinero de 2,0 l. Justo lo necesario para preservar la polivalencia del Qashqai. Un nómada entre las multitudes que amplía los horizontes del ocio familiar.