Después de la primera ola de utilitarios, las marcas decidieron especializar cada vez más sus furgonetas en algo que podría parecer una incongruencia: ser más versátiles. La versatilidad constituyó la piedra de toque en la comercialización de furgonetas, tanto asiáticas como europeas y norteamericanas. De Alemania vino una muy fuerte y confortable al mismo tiempo, fabricada por DaimlerChrysler con la marca Mercedes-Benz, el modelo Vito.

El Vito es un utilitario que se maneja como si fuera un automóvil, además tiene todo lo necesario para ganarse el respeto de quienes lo explotan diariamente: su confiabilidad. Si bien su carta de triunfo es el voluminoso paquete de seguridad que trae de serie (no opcional), otras virtudes también lo caracterizan, como el gran espacio interior, la comodidad de los asientos, la facilidad de acceso, la amplia visibilidad de chofer y pasajero, así como la magnífica relación precio-calidad. Un vehículo dotado de los elementos vitales para una buena seguridad, desde sistema de frenos con ABS, tercera luz trasera de freno, cinturones de seguridad con pretensores, hasta los sistemas ASR, EDS y EPS, los airbag para conductor y pasajero. También está presente el confort, la comodidad a bordo con elementos interiores tan simples como los asideros en el techo, el asiento ajustable del chofer y el volante regulable. Se ha pensado en el conductor con la consola de luces en el techo para leer de noche la hoja de ruta o el limpia parabrisas de la luneta trasera. Se maneja muy suave con el sistema servo dirección asistida y la palanca de cambios en el lugar preciso (caja de seis velocidades). Para cargar, están bien previstos el gran portón trasero y la larga puerta corrediza a la derecha del vehículo. En fin, un utilitario que satisface las necesidades de los transportistas más exigentes.