Renault y Alonso: nunca segundas partes fueron buenas
En este matrimonio Renault siempre ha sido la dama que espera y Alonso el varón aventurero. Cuando esta alianza estaba en su mejor momento, finalizada la temporada 2006 y con dos títulos mundiales en la maleta, Fernando decidió abandonar a su fiel pareja para probar suerte con McLaren Mercedes, un equipo de mucha mayor historia que Renault en estas lides.
Pero la escudería anglo-alemana traía una agazapada historia de espionaje a sus espaldas y a un joven talentoso piloto, Lewis Hamilton, lo que condicionaron el fracaso del asturiano. Alonso buscó desaforado un equipo de los grandes que le permitiera vengarse de McLaren Mercedes y del novato inglés. Ferrari y BMW Sauber le cerraron las puertas, mientras que otros equipos de menos monta le ofrecían contratos. Fernando quería un coche ganador, y de lo que quedaba disponible lo mejor era Renault. Finalmente firmó con la escudería francesa, con una cláusula que le permitía dejarla si el monoplaza no era competitivo.
La búsqueda de una escudería para alistarse en 2009 no cesó, pero nada bueno aparecía por lo que a mitad de temporada le puso asunto a su carrito y pudo terminar con un ritmo que le hubiese dado el título. Así, Alonso se disponía a enfrentar una temporada 2009 con un reglamento totalmente nuevo. En los últimos entrenamientos se le vio optimista, incluso se creía capaz de pelear por el título.
La primera carrera del curso demostró que los Renault no estaban entre los coches delanteros, como tampoco lo estaban Ferrari y McLaren Mercedes. Pero el asturiano hizo una carrera inteligente y pudo negociar importantes puntos. Luego en Malasia vino el desastre, después de una impecable arrancada y un magnifico tapón al Ferrari de Raikkonen, por diez vueltas, vino un pequeño error de frenada y luego la caída de ritmo, que terminó en un paseo por el césped antes de entrar en boxer para repostar y cambiar neumático. Finalmente terminó la interrumpida carrera sin un solo punto. Ahora, antes de la tercera carrera del iniciado campeonato, se oyen rumores de que los italianos prefieren a Alonso que a Hamilton en Maranello. Como si situar a Fernando allí fuera pan comido. Alonso y sus fans deben centrarse en esta temporada, la que tiene mucha tela por donde cortar y que de seguro aún tiene guardada sus mejores emociones.
Todavía Alonso y Renault pueden dar guerra, pero para eso el asturiano debe luchar como lo que es, uno de los mejores pilotos de la parrilla. No se pude ser tan infiel con quien le dio la mano en su peor momento. Entonces que le ponga el extra de los campeones, a ver si echa por tierra el legendario refrán que reza Nunca segundas partes fueron buenas.