Un estudio elaborado a partir de 2 900 adelantamientos grabados de vehículos con motor a bicicletas, en carretera convencional, arrojó que en el 36 % de estos no se respetó la distancia de seguridad, que equivale a 1.5 m entre el borde izquierdo del manillar de la bici y el retrovisor derecho del vehículo.

El experimento fue realizado por el Grupo de Investigación en Ingeniería de Carreteras (GIIC) de la Universidad Politécnica de Valencia, según la cual, además de la separación lateral, inciden en el riesgo de la maniobra de adelantamiento la alta velocidad y la elevada circulación de camiones. El ciclismo es un deporte que se practica frecuentemente los fines de semana, con un elevado número de participantes, que utilizan las carreteras por donde circulan todo tipo de vehículos. 

"La seguridad de esta maniobra depende no solo del valor de la separación lateral, sino también de la velocidad a la que circula el vehículo que adelanta", señala Alfredo García, director del GIIC de la UPV. 

El estudio reveló, además, que otro de los factores de riesgo es la presencia de camiones en la carretera, que por su mayor anchura y volumen pueden generar "un efecto aerodinámico más importante, y así lo advirtieron los ciclistas participantes en el estudio", apuntó Carlos Llorca, otro de los investigadores del proyecto. 

"Se trata del primer trabajo que ha analizado conjuntamente la distancia lateral, la velocidad relativa y el tipo de vehículo en una muestra tan amplia de maniobras de adelantamiento a bicicletas", añade Alfredo García. 

Para realizar el estudio, los investigadores de la UPV equiparon una bicicleta de carretera y una de montaña con cámaras de video, GPS y distanciómetros láser, con las que un ciclista profesional circuló por siete tramos de carretera convencional en los alrededores de Valencia. 

Todas las maniobras observadas quedaron "perfectamente registradas" por los dispositivos de grabación, lo cual permitió medir la distancia lateral durante el adelantamiento y la velocidad del vehículo a motor sin que los conductores se dieran cuenta de ello. 

El objetivo final de este proyecto es proponer criterios para escoger una anchura de borde y de carril que garantice adelantamientos seguros en función de la velocidad de los vehículos, el volumen de tráfico y la mayor o menor presencia de camiones.