AUNQUE LLEVA MÁS DE MEDIO SIGLO EN LA MÁXIMA CATEGORÍA, LA ESCUDERÍA JAPONESA HA APUNTALADO SU LEYENDA DURANTE LOS ÚLTIMOS 25 AÑOS

La historia cambió mucho antes del nacimiento de quienes ahora marcan el ritmo de la prueba reina del motociclismo. Corría la década de 1970 y todavía frescos en la memoria estaban los 15 títulos conquistados por Giacomo Agostini en las diferentes categorías, cuando los fabricantes japoneses pusieron fin al prolongado dominio italiano en la máxima cilindrada.

Desde 1975 hasta la fecha las escuderías niponas han ganado todos los Mundiales, excepto el conquistado por Ducati en 2007. Pero ninguna de ellas ha puesto el listón tan alto como Honda, dueña de 19 de esas coronas —siete de ellas de forma consecutiva entre los años 1993-1999—, y cuyo señorío apunta a extenderse en el presente curso.

Mucho ha llovido desde que en 1983 el estadounidense Freddie Spencer pusiera al equipo del Ala Dorada por primera vez en lo más alto del podio, en tiempos en que la máxima cilindrada andaba por los 500 cc. A partir de entonces otras leyendas del motociclismo construyeron el prestigio de la casa en estas lides, desde el mítico australiano Mick Doohan y sus cinco títulos hasta el también norteño Eddie Lawson, pasando por el español Alex Crivillé.

La evolución ha sido vertiginosa, guiada por la maestría de estos pilotos y respaldada por la potencia y fiabilidad de las máquinas hasta llegar al modelo RC213V que desde el 2012 se ha impuesto en casi 70 carreras de la categoría. 

En esa impresionante trayectoria, ninguna época ha sido más gloriosa para Honda que el último cuarto de siglo, el lapso de tiempo que el fabricante unió fuerzas con la compañía española Repsol con el objetivo de convertirse en el equipo más poderoso de la categoría.

Doohan, cuya carrera siempre estuvo ligada al equipo, marcó el inicio del romance con el éxito gracias los cuatro primeros reinados sucesivos de la naciente sociedad. Luego siguieron lloviendo lauros y celebraciones, y hasta descubrimientos como el italiano Valentino Rossi, cuyo paso por la escudería dejó las coronas entre 2001-2003. Nicky Hayden (2006) se convertiría después en el único estadounidense campeón en esta etapa y el australiano Casey Stoner se encargaba en 2011 de poner fin a una sequía ganadora que duró cuatro temporadas.

Sin haber aportado un cetro, el español Dani Pedrosa también fue un puntal para el grupo con sus 111 podios —31 de ellos en lo más alto—, hasta que en 2013 el fichaje de su compatriota Marc Márquez puso la guinda del pastel. En lo adelante, este catalán ha impuesto su tiranía, al ganar cinco de seis campeonatos y poniendo a la vez el sello de Honda a todos los récords de precocidad en la categoría.

Todo apunta a que la dinastía debe continuar, más con la adquisición del también ibérico Jorge Lorenzo para formar lo que muchos han bautizado como el Dream Team, por más que el nuevo integrante poco haya aportado en su Mundial con el equipo nipón.

Honda or the tyranny on the asphalt

Although it has been in the top flight for more than half a century, the Japanese team has underpinned its legend for the past 25 years. From 1975 to date the Japanese teams have won all the World Cups, except for the one conquered by Ducati in 2007. But none of them has set the bar as high as Honda, owner of 19 of these crowns - seven of them consecutively between the years 1993-1999-, and whose dominion aims to extend in the current year.