En la sede habitual de la Peña Amigos de Fangio, en el corazón del bello Malecón Habanero, y en una tarde de lujo el meeting resultó todo un éxito de público. Los vehículos fueron seleccionados por sus clubes y allí competían en varias modalidades: Tuning total, luces, sonido, carrocería, frenos, salón, tecnología y pintura.

 

Un jurado, compuesto por miembros de los diferentes clubes, se encargaría de escoger los mejores y, además, el público pudo seleccionar sus preferidos directamente. Los protagonistas Si algo resultó interesante fue la diversidad de vehículos, desde un Ford 1932 completamente tuneado, con motor Ford

V8 de 460 pulgadas cúbicas, hasta un FIAT 126 Polski con motor de Daewoo Tico.

 

Sin dudas, los motores fueron la principal modificación. Se pudo admirar también, el trabajo preciso para emplear un motor FIAT de 2.0 L y doble árbol de levas en un Lada 2101 de la década del setenta, un motor de Volkswagen escarabajo clásico en un Audi (DKW) de los años cincuenta, llevado a tracción delantera, y un motor de Ford ustang 1966 en un Ford Victoria 1966.

 

Algunos de estos vehículos recibieron modificaciones en la transmisión –o cambios completos de la transmisión–, los frenos y otros sistemas que por razones de espacio no podemos reseñar aquí. Participaron además un Mitsubishi Lancer, Pontiac Firebird y un Austin Healy 1960, completamente transformado. Para quienes crean que estas máquinas solo son capaces de “lucir bien” deben preguntar al BMW Serie 3 que debió mirar las luces traseras del Ford 1932 V8 460 pulgadas, en el reciente evento del cuarto de milla, reseñado aquí en Excelencias del Motor. Créanme, este torpedo estruja el pavimento y lanza ondas de choque con su estruendo. Luego de inspeccionar cada vehículo, los jueces

otorgaron el premio del evento al auto Lada 2101 (Zhuguly) de David Peña, por la diversidad de trabajos realizados sobre el mismo, que llegaron hasta detalles del salón, incluyendo audio y otros elementos de

tecnología. Una exhibición de motocicletas clásicas cerró este Segundo Evento Anual de Tunnig –en el que participó como invitado el Club Ilegales, de Argentina– las que llenaron el ambiente con el estruendo de sus motores y el dinamismo de sus movimientos.