El virus con corona no ha hecho estragos en Cuba
Los coronavirus son una gama de agentes infecciosos muy amplia y justamente, las infecciones respiratorias provocadas por algunos de ellos son bastante comunes, incluso en Cuba, donde alrededor del 15 por ciento de los cuadros clínicos que se registran anualmente tienen su origen asociado a estos.
Sin embargo, desde que en diciembre de 2019 se reportaron los primeros casos del coronavirus SARS-CoV-2 en la ciudad china de Wuhan y, teniendo en cuenta su rápida propagación y significativa letalidad, la alarma se disparó y la Organización Mundial de la Salud, a mediados del mes de marzo, ya determinaba que la enfermedad causada, la COVID-19, era una pandemia global.
Este coronavirus, de reciente descubrimiento y con una virulencia mayor en comparación con otros conocidos, ya ha causado estragos en 144 países, de los cuales China, Italia, Corea del Sur, Japón, España, Alemania y Francia, han sido los de mayor incidencia. Más de 180 000 casos confirmados se han registrado y más de 7000 han fallecidos.
Cuba, aun cuando no había reportado caso alguno de la COVID-19, puso en marcha un Plan de Prevención y Control con este fin, a partir del cual fomento la intersectorialidad para que, desde no solo desde el Ministerio de Salud Pública, sino desde todas las instancias y con la activa participación de la población, el país se preparara en conocimiento, acciones de precaución y concretas para enfrentar la epidemia, en caso de que así ocurriera.
La vigilancia epidemiológica en las fronteras cubanas se reforzó, y se le exige además a los viajeros que llenen el formulario de la Declaración de Sanidad con la información real de su dirección de alojamiento para garantizar el seguimiento por parte de las autoridades de salud, pues es imposible detectar algún enfermo al arribar al país si no posee síntomas asociados.
Hasta el momento (18 de marzo) son siete los casos confirmados de la COVID-19 en Cuba, y permanecen en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri, una de las instalaciones de salud habilitadas para el ingreso de casos confirmados o sospechosos de la dolencia, con el objetivo de asegurar la realización de los exámenes de laboratorio pertinentes y garantizar la condición de aislamiento.
Aunque Cuba no es un país con transmisión ni posee las condiciones que respalden asumir una cuarentena, como ha sucedido con otras naciones, ninguna medida que se tome será en vano porque la población debe tener percepción de riesgo y, más allá de usar o no un nasobuco, debe extremar las medidas higiénicas, siendo el lavado de manos la más eficaz para el control del contagio.
El diagnostico de la enfermedad, a partir del ensudado nasofaríngeo, puede realizarse en tres centros debidamente equipados con alta tecnología (La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba) y el personal de salud que labora en la Atención Primaria realiza las pesquisas activas en sus áreas y refuerza la vigilancia, ante cualquier posible síntoma respiratorio que algún ciudadano presente.
Se desarrollan diversos estudios en Estados Unidos, en China y en otras naciones para encontrar la vacuna que pudiera emplearse contra la COVID-19 pero hasta el momento los resultados no son los esperados. Mientras, se ofrece el tratamiento alternativo, basado fundamentalmente en productos terapéuticos con acción antiviral, como el Interferón alfa2 humano recombinante, producido de manera estable en Cuba y en China, gracias a la empresa mixta ChangHeber, en la ciudad de Changchun, desde donde comenzó a utilizarse como parte del protocolo establecido por las autoridades sanitarias en el país asiático.
Cuba cuenta con todas las capacidades para suministrar ese medicamento a pacientes que lo requieran e incluso para satisfacer las solicitudes que han llegado desde alrededor de 15 países de la región, Europa, África y Asia sin poner en riesgo las necesidades propias. Ademas, las autoridades de salud en el país han afirmado que otros 21 productos de la industria nacional cubana pueden utilizarse, y se acelera el proceso de investigación de otros productos que pudieran contribuir a la atención y tratamiento de estos pacientes.
Además, y como parte del Plan de País, la capacitación en todos los sectores, sobre todo en el turismo, el trabajo por cuenta propia, educación y sanidad, se ha mantenido estable, y las audiencias sanitarias en las comunidades también garantizan que cada cubano conozca la mejor manera de protegerse y de proteger a los demás.
Desinformacion relacionada con el alcance del virus ha sido contrarrestada d emanera oportuna por los medios de comunicación cubanos, pues no pocos se confiaban en las altas temperaturas que impedirían la propagación del virus y pensaban que solo los adultos mayores podían ser los afectados. La OMS ha declarado que en cualquier clima se puede registrar el contagio y que los enfermos son, fundamentalmente, aquellas personas con el sistema inmunológico deprimido y comorbilidades asociadas. Estar atentos es lo principal.