La poesía que es
Denisse Español es una joven poeta y arquitecta dominicana, una mujer sencilla que es capaz de llegar al lector con su sensibilidad de artista. Autora de títulos como Mañana es ningún día, Denisse mezcla su pasión por la arquitectura con sus sentimientos en las letras. Con esta joven promesa femenina conversamos…
¿Desde cuándo tu afición por la literatura?
Empecé a escribir en la primaria unos poemas de amor bien intensos, luego me volqué hacia la narrativa. Creo que la poesía elige a sus interlocutores y lo deja saber a su tiempo, sin importar la edad.
¿Cuáles fueron tus primeras lecturas poéticas y qué autores te influenciaron?
Mis lecturas iniciales de poesía fueron precisamente en el colegio a través de la clase de Literatura. Leímos a Bécquer, Neruda, Manuel del Cabral, Pedro Mir y muchos otros y no fue un acercamiento impetuoso. Lo que me hace retornar a la literatura como lectora fue la lectura de Gabriel García Marquez y Julio Cortázar, es decir, el acercamiento al fenómeno del boom latinoamericano. Hoy día sí leo poesía, porque ella ocupa gran parte de lo que es mi ser actual. Ahora estoy indagando en la poesía nacional. Me siento influenciada por varios de los grandes, como Aída Cartagena Portalatín, Manuel Rueda y Lupo Hernández Rueda.
¿Por qué la poesía en vez del cuento o la novela?
Es una buena pregunta. Antes escribía más relatos que poemas, pero la poesía me ha poseído. La poesía te doblega y te premia, es un universo maravilloso en el cual uno se siente muy a gusto estando en soledad, desarrollando un proceso creativo muy intenso. La poesía tiene el control.
¿Por qué escribes?
Por necesidad. Si no hubiese escrito algunos poemarios que circulan por ahí, mi vida fuera otra. Creo firmemente que la poesía sana, es una cura implacable.
¿Cuándo nace la columna Animal Cotidiano?
Surgió en un momento donde tenía muchas cosas que decir. Tenía que gritar lo que se desarrollaba en mi cabeza. Poco a poco Animal Cotidiano fue poseído por mi visión poética de la vida. Incluso algunos textos de la columna resultaron ser poemas de mi segundo libro.
¿Qué manías tienes?
Para escribir existe una sintonía precisa. Una voz, unas frases que se repiten y un cambio de visión con respecto al entorno. Es un anuncio muy personal, muy claro. Manías… Silencio absoluto.
¿Cómo defines tu poesía?
Siempre estoy estupefacta frente al espejo. Sin embargo, develar la problemática de una sola mujer ha resultado ser útil para otras personas que se descubren en ese mismo espejo, reflejados, lo cual comprueba que no estamos solos, aunque así parezca.
¿Evoluciona la escritura del poeta?
Si hay algo que me molesta es lo estático o llegar a tener una fórmula. Creo que cada día aporta distintos aspectos al ser humano y evolucionar es natural. Crezco como persona y creo entonces que mi poesía madura conmigo. No sé si para bien o para mal, pero cambia.
¿Has cambiado el lenguaje a través de los años?
Sí, claro. Aun así, trato de que mi poesía resulte entendible. Que trasmita un mensaje.
¿Cómo afrontas el proceso creativo, que técnicas usas?
Cuando llega el poema es preciso escribir… Simplemente escribir, en un proceso que resulta ser una catarsis. Luego dejo descansar el poema y llego a él con un bisturí. Soy muy rigurosa a la hora de corregir mi trabajo, he aprendido de muy buenos amigos que me han regalado críticas constructivas.
¿Te influencian las imágenes al momento de intuir un poema?
Sí. La naturaleza ejerce una gran influencia en mi estado de ánimo, es un sedante que me dirige a esa sintonía precisa de la que hablé anteriormente. En producciones recientes traigo elementos de la naturaleza, sobre todo esos que develan lo que es para mí ser una mujer del Caribe, el mar, los peces. Hablo de árboles o soy un árbol…
¿Qué motivos inspiran tu poesía?
Mi vida, la vida que ejerzo, mi posición en la sociedad, en el hogar, como madre, esposa. Los choques entre el ser humano libre y el ser humano que se vuelca en sus deberes. La mujer que soy… Por ahora esos son mis temas. Espero poder tener otros después, mientras la vida vaya mutando.
¿Qué tanto te pareces a tu poesía?
Muchísimo. Pero mientras la poesía evoluciona en mi trabajo voy integrando gotas de ficción, imagino personajes que adoptan voces distintas y es un juego muy divertido en ocasiones y muy doloroso en otras.
¿Cómo te das cuenta de que el poema está terminado… cómo lo corriges?
Nunca… Soy demasiado perfeccionista.
¿Cuál de tus poemas marca tu alma?
Creo que el poema marca mi alma al momento de escribirlo. Luego que está escrito es como un llanto del pasado o una lágrima que dejo caer en un frasco. Sin embargo, algunos poemas, al momento de leerlos en público, me llenan de emoción, pues reviven la intención primaria.
¿Qué relación hay entre la palabra y el silencio?
Para mi el silencio es el ingrediente fundamental para la creación. Solo en el silencio surgen las ideas como esferas que se concretizan desde la nada.
¿Escribes a diario?
No, pero leo a diario. Que es lo más importante para poder escribir.
¿Es la inspiración más importante que el esfuerzo y la constancia?
Creo que debe haber un poco de todo para lograr un resultado que valga la pena. Si dejo que solo la inspiración gobierne no necesariamente obtendría un trabajo que considere de calidad. Todo producto bien terminado requiere de sacrificios, de constancia y de mucho esfuerzo.
¿Qué libro lees en la actualidad?
Bojear, la antología de Enriquillo Sánchez, y Solo de flauta, de René Rodríguez Soriano.
¿Qué relación hay entre el sufrimiento interior y la necesidad de expresarse con la poesía?
Puede ser un punto de partida, pero no siempre. El sufrimiento puede ser el tema de un poemario. Sin embargo, hay otros poemas que surgen a partir de otras temáticas.
El arte visual, la cultura en general y la poesía se banalizan hoy. ¿Qué hacer?
Enseñar de mano del arte desde la educación inicial. El que crece rodeado del arte no le teme. Creo que más que rechazo es miedo por desconocimiento.
¿Cómo se llama el grupo literario que formó y qué hace?
Se llama Café de Artistas y es un grupo multidisciplinario que abarca la literatura y el teatro. En la actualidad Café de Artistas se encarga del Festival de Poesía de Punta Cana, que se hace cada septiembre, donde poetas de todo el país llegan a nuestra comunidad a compartir su obra y dar cursos de creatividad en los colegios y liceos de la zona. Se reciben en la zona poetas internacionales y hacemos las gestiones para que estos poetas puedan llegar con su obra a los jóvenes.
¿Cuándo publicaste tu primer libro de poesía?
En 2014.
¿Qué proyectos inmediatos tienes?
Acaba de salir a la luz mi tercer poemario: Sinfonía de la sal. Tengo un poemario inédito y uno en producción. Imagino que tendré que publicarlos en algún momento. También tengo un libro de relatos en proceso de corrección. Pero los proyectos que más tiempo me ocupan ahora tienen que ver con la edición de otros libros, de otros poetas. Con un amigo, Luis Reynaldo Pérez, acabamos de concluir una antología poética de René Rodríguez Soriano, uno de los grandes escritores del país, y también estoy preparando un libro de ensayos.
¿Ahogará la tecnología al libro, a la poesía?
Mi poesía ha caminado el mundo gracias a revistas digitales que han tenido la amabilidad de publicar mis palabras. Para mí la tecnología es una herramienta de ayuda más que un enemigo.
El paso del tiempo implica cambios y las sociedades varían su forma de asimilar las cosas. Alguien podría decir que la poesía morirá, pero simplemente no lo creo. Ella surge en cualquier instante y desde cualquier ser que ella elija. Hay poesía en las redes, desde ya, hay poesía en cada rincón del planeta. Si la poesía evoluciona tanto que en siglos venideros ya no necesite un medio, aun así logrará ser y estar.