Fotograma del videoclip La Bayamesa, de Joseph Ros.

Del legado humanista de patriotas, pensadores, artistas y hombres comunes se nutrió la espiritualidad cubana, el nacimiento de su cultura, tan diversa y pródiga, con componentes raigales que suman su enjundia a un todo único, sin renunciar a sus propias esencias. 

Este 20 de octubre, cuando se celebra el Día de la Cultura Cubana, palpita el orgullo de conjugar las raíces venidas del occidente de Europa, del continente negro, de Asia y de tierras árabes, para fundirse y dar nacimiento a una identidad original, diversa y con fuerza de proyecciones hacia el porvenir.

Tal celebración se instituyó porque en ese día, pero de 1868, hace ahora 151 años, se entonó, al calor de la entrada de los insurrectos independentistas en la ciudad de Bayamo, la letra del Himno Nacional. 

Su estreno oficial ocurrió el ocho de noviembre siguiente, a cargo de la orquesta de Manuel Muñoz Cedeño, y un coro integrado por seis jóvenes blancas e igual cantidad de negras, en ceremonia de bendición de la bandera enarbolada en La Demajagua, al estallar la Guerra de los Diez Años. 

La Marsellesa cubana —se le reconocía así por la influencia de la marcha francesa en su concepción— tuvo como autor al cubano independentista Perucho Figueredo, su orquestación correspondió a Muñoz Cedeño, y fue entonado como Himno de Bayamo, nombre que le dieron al principio, tras la toma de la referida ciudad por el naciente Ejército Libertador.

Transcurridos los años, el 22 de agosto de 1980, el Consejo de Estado de la República de Cuba, para conmemorar el histórico acontecimiento de 1868, cuando las tropas mambisas comandadas por Carlos Manuel de Céspedes liberaron la oriental ciudad, determinó declarar el 20 de octubre Día de la Cultura Cubana. 

Marcó el significado de la prestancia espiritual de la nación que nacía con el legado ético de muchos hombres que fueron sembrando los cimientos de la identidad, entre ellos José Martí, con su máxima «Patria es humanidad», siempre abierto a todas las conquistas universales, pero prendidas a nuestro tronco propio. 

La cultura de la Isla resulta importante valorarla en su vastedad, como el conjunto de acontecimientos y resultados que definen una nación desde el punto de vista político, social y económico, y por su espíritu libre y creador.

Fiesta de la Cubanía en Bayamo

Para celebrar el Día de la Cultura Cubana, cada año, desde 1994, se realiza en Bayamo, en el mismo sitio donde fue cantada la marcha guerrera, la Fiesta de la Cubanía, la cual, además de propiciar una cita de las artes, celebra eventos de debates históricos que cierran con una gala artística esperando el 20 de octubre.

Desde el día 17 comienzan esos festejos, que incluyen presentaciones teatrales, conciertos, descargas de trovadores, ferias de artesanía y debates teóricos con la presencia de destacados intelectuales cubanos, así como proyecciones de filmes y documentales, talleres, conferencias y premiaciones de concursos.

También ha contado con una feria de identidad y tradición en la Plaza del Himno, cuyos stands muestran características distintivas de la cocina cubana, la repostería, el ron y la vinicultura, platos y bebidas típicas desde la época en que fue entonado el Himno Nacional.

Cuba resulta una isla bendecida, inspiración para millones en el mundo, gracias a estar situada en una de las encrucijadas de pueblos más activas del orbe y por ser cuna de hombres y mujeres excepcionales en la esfera del arte y de las letras.

 

La cultura cubana se expande por el mundo

En otras latitudes se conoce del talento de los músicos cubanos, del Ballet Nacional, de grupos de danza, de artistas que sobresalen en la plástica, el cine, la literatura y las artes escénicas.

Cada año son numerosos los festivales, con rango nacional o internacional, que se celebran en la Isla, como el de ballet o el del Nuevo Cine Latinoamericano. Mención aparte merece la Feria del Libro, que constituye una fiesta de la lectura que se extiende a lo largo del país.

Igualmente representan citas de gran interés el Premio Casa de las Américas; la Bienal de La Habana, que reúne a artistas de la plástica y las artes visuales de varias naciones; la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, en Holguín, donde se destacan las raíces hispanas; las Romerías de Mayo, en la ciudad holguinera de los parques.

Este jubileo del 20 de octubre, Día de la Cultura Cubana, constituye cada año una invitación para afianzar el amor por lo logrado y para seguir trazando senderos por el porvenir, sustentados en la inspiración y la armonía desde el arte.