Entre tacos y fajitas
En el restaurante buffet del hotel Breezes Jibacoa : color, sabor y música; un ambiente y atmósfera especiales reciben a los turistas cuyos rostros son expresión del deleite que experimentan. No es un simple motivo comercial; se trata de una gran fiesta de los sentidos.
Armando Urueña Guevara, oriundo de ese país, y Jefe de Alimentos y Bebidas del hotel explica que "la idea surgió como un proyecto de SuperClubs; hoy es un sueño hecho realidad, gracias al esfuerzo, entusiasmo y profesionalismo del personal".
Con el propósito de que los lectores nos acompañen esta noche y puedan disfrutar de otras, pasamos a la descripción y maneras de confeccionar algunos de estos platos típicos: En primer lugar nos sorprenden las fajitas norteñas. Su receta es bien sencilla: Se calienta bien el aceite vertido en una sartén; cuando está en su punto se echa pimiento verde y cebolla a la juliana, se acitrona o medio dora; se vierte carne de res, pollo, cerdo, o un poco de todas esas carnes cortadas en forma de estrechas fajitas; previamente las carnes tienen que haber sido marinadas con sal , pimienta y limón. Se mezcla todo y se procede a freír, de modo que quede con algo de jugo. Posteriormente el contenido se coloca, a gusto, sobre una tortilla de maíz o harina. Finalmente se tiende a espolvorearle queso y a comerse en forma de taco.
Y hablando de taco, puede decirse que es el plato más típico y práctico. "Déjame echarme un taco", es una frase de urgencia y muy popular. A la tortilla frita de maíz o harina, se le rellena con carnes, generalmente en forma de fajitas; luego se come con las manos y se acompaña con cerveza.
Los nachos con queso y chile, es un plato sencillo y muy típico. Se trata de la tortilla de maíz frita, en forma triangular; luego se le coloca encima salsa de queso y se acompaña de chiles en rodajas. A muchos les gusta espolvorearlas con queso seco.
Cuando a un mexicano que está fuera de su país se le habla de los burritos en tortilla de harina, experimenta, sin dudas, la añoranza por la patria lejana. Los burritos rellenos con carne molida cocida con salsa roja de tomate, especie de combinación de chile con carne condimentada, constituyen una verdadera delicia; la tortilla suele embarrarse con frijol para otorgar el sabor típico de la región.
Otros platos completan el panorama gastronómico: Las quesadillas. Muy en boga en México; son las tortillas rellenas con queso o carne; el guacamole, hecho con la pulpa del aguacate macerada y preparada con cebollas y tomates picados finamente, gotas de limón, sal y pimienta; el mole poblano, a base de pasta de salsa preparada con chiles; lleva chocolate o ajonjolí. Todo se diluye en un consomé de pollo y se reduce la salsa para darle consistencia; después se vierte sobre pollo previamente cocido.
Diferentes opciones en sopas, cremas y postres dan inicio y fin a esta fiesta del paladar que representa esta cocina, tan de moda en países como Canadá. Noches como éstas son encantadoras, al ritmo de las guitarras y las típicas tonadas mexicanas, porque -como expresa Urueña- "todo se llena de luz". Hay un refrán que dice que la comida entra por los ojos, y de eso es de lo que se trata: hacer que la elaboración, decorado del local, música y ambientación general, se integren en una auténtica noche mexicana que nos traslade, aunque sea por unos minutos, a ese país del color y la alegría; de mariachis, de gente sencilla y locuaz que tipifica el alma caribeña.