Para muchos conocedores del tema resultó sorprendente que Barcelona, el referente indudable del diseño en la península ibérica, no alcanzara la capitalidad, pero ya se ha aclarado la cuestión: esta vez la capital catalana no optó a ello, descartando así debates y polémicas estériles. Los futurólogos han previsto la asistencia de hasta cincuenta mil profesionales, entre diseñadores gráficos, de producto, de interiores y de moda, arquitectos, ilustradores y publicitarios, que visibilizarán su obra y el talento de una colectividad reconocida con seis premios nacionales. Epicentro de las acciones que se desarrollarán en el próximo trienio, hasta culminar en 2022: la Marina del puerto de la ciudad, con el edificio Veles e Vents, de David Chipperfield y Fermín Vázquez, como hito arquitectónico.

Ha sido un colectivo más cohesionado que en otras autonomías, como lo demuestra esta conseguida y potente candidatura, con un programa articulado en torno a la mirada mediterránea sobre el diseño, «concebido como una actividad transversal que busca mejorar la vida de las personas».

El presupuesto previsto, de alrededor de diez millones de euros, aportados por la iniciativa privada en un cincuenta y cinco por ciento y por instituciones como el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat, permitirá realizar un programa que cuenta también con otros ejes temáticos, como la sostenibilidad y el cambio climático.

«La capitalidad es un premio a varias décadas de consolidación de un sector tan singular como el del diseño de la comunidad valenciana, que siempre se mantuvo, seguramente por falta de amor propio, con un perfil bajo. Es un punto de inflexión», explicó Xavi Calvo, codirector estratégico de la candidatura, cuando se anunció la elección. 

Valencia, cuya candidatura recibió el respaldo de la Casa Real española, tomará el batón de la ciudad francesa de Lille, capital mundial del diseño en 2020. Otras sedes de esta importante cita de carácter bienal han sido Turín, Helsinki, Ciudad del Cabo, Seúl, Taiwán y Ciudad de México (en 2018).

La presidenta de la Associació Valéncia Capital del Disseny, Marisa Gallén, considera que «el jurado ha valorado todo, desde la ciudad hasta la implicación de los profesionales, los empresarios y los políticos». Gallén fue integrante del histórico estudio de arquitectos La Nave, y adelanta el criterio de que el tejido empresarial valenciano «ha evolucionado, y el diseño ya se valora mucho más como un componente imprescindible de la producción».

«Como alcalde de Valencia siento una gran felicidad. Es un gran día para Valencia el ser elegidos como Capital Mundial del Diseño. Es un gran hito para la ciudad, porque nos permite trabajar durante tres años un tema tan importante como el diseño, a todos los niveles», aseguró Joan Ribó. El funcionario opinó igualmente que el diseño es capaz de «aportar soluciones consensuadas en retos como la sostenibilidad, el diálogo intergeneracional, la igualdad, la multiculturalidad o la gestión del espacio público». 

Uno de los más importantes estudios de arquitectura e interiorismo de Valencia, Fran Silvestre Arquitectos, tan pronto supo de la elección de su ciudad como capitalidad del diseño, expresó: «¡Estamos de enhorabuena!, y desde nuestro estudio queremos agradecer a toda la Comisión y a todas las personas que han hecho posible que, en el año 2022, nuestra ciudad sea un referente en el mapa planetario en cuanto a diseño a nivel mundial». Silvestre ha dirigido proyectos con altos reconocimientos en Moscú, Lisboa, Pekín, Nigeria, Suiza, Croacia, y en su ciudad sede los hoteles Ópera y Valencia, y el Centro de Ocio y Cultura, así como el Campus Zumex Group, entre muchos otros por toda España.

Por su parte, Ximo Puig ha valorado que la capitalidad es una gran oportunidad y un reto de convertir el diseño en lo que debe ser el aterrizaje definitivo de la economía valenciana en la nueva economía, para colaborar en la transformación del modelo económico.

Esta capitalidad, según señala el alcalde Ribó, debe ser de toda la comunidad valenciana, ya que puede beneficiar a la industria del azulejo de Castellón, del calzado de Alicante y al turismo de las tres provincias.