La historia y leyendas que rodean al tequila son tan mágicas como la propia cultura de México. Mucho hemos leído sobre el proceso de destilación y elaboración, muchas marcas hemos visto en las tiendas y muchas disfrutaremos en nuestra visita a este país; pero lo más apasionante es su leyenda... Se cuenta que en la región de Tequillan, habitada por los tequilas de la cultura tolteca, un viejo sabio llamado Achio Colli (primero de los abuelos), había escuchado por boca de sus antepasados que los dioses se enfadaron y enviaron una tormenta. Uno de los rayos cayó sobre las hojas de los magüeyes quedando consumidas a excepción de su corazón, del que brotó un líquido muy aromático. Ellos lo interpretaron como un regalo de los dioses que les perdonaban, dándoles algo que les alimentaba y les hacía olvidar las penas. La planta del agave o magüey creció silvestre en tierras difíciles, tierras que albergaban en su seno a Mayagüel, símbolo de la fertilidad de la tierra. Él la hizo fértil y Quetzalcoatl enseñó a los hombres cómo aprovechar este milagro. Estos dioses desde el nacimiento del tequila tuvieron que enfrentarse con Tezcatlipoca el dios malo que con su espejo negro hacía que los buenos se reflejaran en él. Así ha sido el camino del tequila, entre ambas tendencias, el bien y el mal, épocas de éxito y de receso. Hasta el 1600 el uso de esta bebida y sus derivados fue en pequeña escala; en este año se establece la primera factoría para fabricación de vino mezcal. Se atribuye al señor Pedro de Tagle, marqués de Altamira, la construcción de la primera fábrica y el cultivo formal del agave alrededor de ella, introduciendo el destilado de la bebida, proceso que los indios no hacían y que convierte al tequila en una bebida mestiza. Después de muchos avatares, en 1758 José Antonio Cuervo obtiene la primera licencia para la manufactura del vino mezcal en la Taberna del Cuervo. La Rojeña fue la primera fábrica en la que se empezó a fabricar lo que hoy se conoce por tequila. De ese momento a nuestros días el tequila se ha convertido en una bebida conocida en todo el mundo, llena aún de magia e historia.