Ampliar

Puerto Vallarta es un lugar para caminarlo, no hay otro modo de sentir lo que ocurre en sus calles, de cruzarte con la mirada inocente de los niños, de intercambiar sonrisas y que te las devuelvan. Olvídese de prisas, cambie la mente y relaje la expresión, sea amable y recibirá cariño, conversación y sentirá un baño de humanidad y cercanía. Hay mucho que ver, muchas zonas, cada una con su propia personalidad, con sus características y peculiaridades. En el Centro tendrá un encuentro con lo más representativo, el malecón que junto al mar nos brinda la ocasión de ver sus esculturas, escuchar música, comer en sus puestecitos y observar la puesta del soll o los fuegos artificiales de las nueve. Después de un año aún corro a verlos y me sorprendo mirando al cielo. En el centro también tenemos la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la plaza del Ayuntamiento y gran parte de restaurantes, bares y tiendas. Si seguimos el malecón llegaremos a la Zona Romántica, llena de encanto, cafés y lugares para comer o cenar con el mar siempre al final de la calle. La Marina es otra bella área con los barcos y las montañas, suba al faro tendrá unas preciosas vistas. No deje de dar un paseo por Gringo Gulch en el cerro para ver Casa Kimberly, la casa donde vivieron su amor Richard Burton y Liz Taylor.