El pescado integra los más exigentes menús internacionales. Elaborado en su variante frita seduce los paladares de millones de personas, tanto en el Reino Unido como en el Caribe.

Para los ingleses, el Fish and chips es algo más que un plato de comida rápida. Se dice que quienes llegan al Reino Unido no pueden dejar de probar esta especialidad de pescado frito con patatas, una de las delicias de la gastronomía local. De esta variante confeccionada con pescado se han creado diversas recetas, que van desde las más tradicionales y baratas a otras más sofisticadas, que se sirven incluso en la gastronomía más lujosa.

Aunque el pescado y las patatas fritas han aparecido en diferentes platos durante muchos años, no se tiene constancia de la patata en el continente europeo hasta el siglo XVII. Llegó gracias a los españoles, junto a la versión del pescado frito, la cual viajó a los Países Bajos e Inglaterra con los españoles y portugueses durante los siglos XVII y XVIII.

Este plato se hizo popular en los círculos londinenses y del sur de Inglaterra a lo largo del siglo XIX. El escritor Charles Dickens mencionaba un establecimiento para freír pescado (fried fish warehouse) en su novela Oliver Twist, publicada en 1838.

Cuentan que en el norte de Inglaterra existía ya por estas fechas la tradición de freír «dedos» de patatas. No está claro cuándo y dónde exactamente se combinaron ambos ingredientes para llegar a ser lo que conocemos hoy en día.

Se sabe que Joseph Malin abrió el primer establecimiento fish and chip shop en Londres en 1860. Durante décadas los fish and chips han dominado el sector de la alimentación rápida en el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, y lograron una popularidad considerable en Canadá, Irlanda, Sudáfrica, los Estados Unidos y algunas zonas costeras de Países Bajos y Noruega.

El plato utiliza pescados de diferentes tipos. Lo más común es que sean filetes de bacalao, lenguado, pero también suele usarse la merluza, y en la menor parte de los casos también se emplea la carne de la dorada, envuelta en un rebozado de harina y huevo, que se fríe acompañado de patatas.

Mientras, en el Caribe el pescado constituye un plato propio de la región. El mar proporciona especies como el pargo, el mero, la sierra, la mojarra y mariscos como las langostas, los camarones, el cangrejo, el caracol, la jaiba y el calamar… Con ellos, los manjares que se cuecen son variados y exquisitos.

En países como Colombia, República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Cuba y Venezuela, el pescado frito se cocina con la sazón de diferentes especias y hierbas aromáticas que le imprimen el sabor peculiar de esta región.