UN AMPLIO SISTEMA DE EVENTOS CULTURALES DURANTE LOS 365 DÍAS DEL AÑO HACE DE HOLGUÍN UN LUGAR DONDE EL ARTE NO ES PROPÓSITO, SINO NECESIDAD

El dramaturgo Yunior García, de visita en Brasil, intentaba explicarle a un nativo la ubicación de su Ciudad Cubana de los Parques. En el improvisado mapa de la Isla el artista buscó como referencia del polo turístico de Guardalavaca, coordenada que el brasileño desechó al espetarle un: “¡sí, ya sé, esa es la ciudad de las Romerías!”.
Las Romerías de Mayo distinguen a Holguín en el mundo más que sus playas de arenas blancas. El evento celebra, en el quinto mes del año, su edición XIV, que coincide con la Feria Internacional de Turismo, FITCUBA. Esta es la fiesta mayor que organiza la Asociación Hermanos Saíz en la Isla.
Durante una semana, del 2 al 8 de mayo, las juventudes artísticas del mundo comparten tradiciones y novedades, pues como bien defiende el eslogan del festival, “no hay hoy sin ayer”. La ciudad es tomada por la cultura con danzas en espacios públicos, performances, exposiciones, conciertos para todos los gustos, e incluso espacios para la socialización de investigaciones dirigidas a preservar la “Memoria Nuestra”. Es un suceso integrador donde quizás los hechos más coloridos y atractivos sean los desfiles de inauguración y clausura y el ascenso hasta la Loma de la Cruz del Hacha de Holguín, símbolo de la ciudad. Una manera moderna de defender la tradición.
En febrero “la tierra más hermosa” se bautiza como “capital del humor” al celebrarse el Festival de Humor para Jóvenes Satiricón. A pesar de su corta existencia –cuatro ediciones–, el evento se consolida como una especie de “pre-Aquelarre”, mayor evento organizado por el Centro Promotor del Humor. La propuesta curatorial con los mejores grupos y humoristas del país es agradecida por un público que abarrota las salas del Teatro Eddy Suñol.
Cuando aún resuenan las risas, la ciudad se convierte en un gigante Teatro Joven. Aquí el arte de las tablas se prestigia con numerosas agrupaciones como el Guiñol de Holguín, Alasbuenas y Trébol Teatro, esta última anfitriona del festival que atrae audaces propuestas, reconocidas agrupaciones, críticos y un buen tema para reflexionar sobre este arte escénico.
La fiesta de la lectura permanece más allá de marzo, cuando se desarrolla la Feria del Libro, al ser esta una ciudad con una fuerte tradición editorial. Aquí nacen los libros bajo el sello Ediciones Holguín, una de las editoriales de provincia más antiguas de Cuba. La magia de fabricar el papel, el misticismo de las antiquísimas máquinas, la exquisitez literaria y presentación artística de los textos envuelven las producciones de Cuadernos Papiros. Ediciones La Luz ilumina a sus lectores con sus propuestas y los historiadores acuden a La Mezquita para preservar la memoria en volúmenes propios.
Gibara se convierte en abril en “la estrella de la película” con la celebración del Festival Internacional de Cine Pobre, creado por el cineasta Humberto Solás, quien se enamoró de los encantos de una ciudad de mar con su imagen colonial. El evento, asumido hoy por el director y actor Jorge Perugorría se reinventa y adopta el nombre de Festival Internacional de Cine de Gibara. No obstante, la aspiración es la de preservar el espíritu renacentista que le imprimió Solás al Festival, al combinarse excelentes propuestas cinematográficas con diversas manifestaciones artísticas que convierten a Gibara en “un pueblo de película”.
En septiembre Holguín adopta el título de “capital de la danza” al desarrollarse el Concurso de Danza del Atlántico Norte y Grand Prix Vladimir Malakhov. El certamen es auspiciado por Codanza, agrupación insigne del territorio, y Vladimir Malakhov, estrella del ballet mundial, quienes buscan estimular el trabajo de jóvenes bailarines latinoamericanos. A las noches de concurso, donde la danza clásica, neoclásica o contemporánea se convierte en el único lenguaje, se añaden talleres, clases magistrales, paneles y otras actividades a cargo de figuras consagradas.
La Casa de Iberoamérica es la institución que cada octubre auspicia una nueva edición de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, para celebrar el encuentro entre el Viejo y el Nuevo Mundo con congresos de pensamiento, ferias de artesanías, la intervención de todas las manifestaciones del arte y la participación de amigos latinoamericanos e ibéricos.
Los melómanos también encuentran un palacete musical en Holguín. La nonagenaria Banda de Concierto y sus retretas, la Jornada de Concierto protagonizada por la Orquesta Sinfónica cada junio, un Teatro Lírico con laudables interpretaciones de La Traviata y Cavalleria Rusticana y un Orfeón Holguín con más de medio siglo de vida, son los platos principales de un banquete que se realza con el sazón de la música de Los Guayaberos, la Orquesta Avilés y otras poWwpulares agrupaciones.
Holguín siempre llegó con bronce al reparto de Cuba: tercera provincia en desarrollo económico, turístico, en número de habitantes… Sin embargo, por la trayectoria de sus artistas, su amplio sistema de eventos y el oficio de las instituciones, aspira a ser el oro como capital de la cultura. O mejor aún, preservar el bautizo que le diera hace 25 años la escritora Lourdes González: “provincia del universo”.