La curiosidad por la cocina se despertó en Ketty Fresneda desde pequeña, mientras observaba a su abuela desempeñarse delante de los fogones con la versatilidad propia de la experiencia y la urgencia cotidiana. Le llamaba la atención la manera en que los sabores se combinaban en la comida para provocar esa impresión de placer en el paladar y plenitud en el alma.

Luego de estudiar durante cuatro años la carrera de Medicina en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana el amor la mudó a España, donde decidió cursar estudios de Nutrición. Quizás fue la nostalgia y esa sensación irremediable de extrañar lo propio, las que la llevaron a refugiarse en la elaboración de comidas que le recordaran a su familia, a su casa, a su terruño… Poco a poco la pasión por la gastronomía le fue ganando un espacio y la conquistó. 

Fue así que la joven comenzó a tejer los hilos de una historia que la condujo a convertirse en la primera cubana finalista de la sexta edición del talent show Master Chef España. Dicho así parecería todo muy fácil, pero nada más alejado de la realidad, pues en ese espacio tuvo que imponerse a 23.000 candidatos, abrirse paso en cada ronda a golpe de voluntad, esfuerzo y humildad, para luego demostrar su talento en la final, siempre defendiendo su identidad.

Ketty Fresneda, quien se define como cubana ciento por ciento, aunque con acento gallego, llega nuevamente a la tierra que la vio nacer —en septiembre pasado asistió a las jornadas del IX Seminario Gastronómico Internacional 2019, un espacio que le permitió reconectar con su cultura y mostrar sus conocimientos—, para compartir sabores y carisma, esta vez en un escenario inusual: el XXII Festival del Habano, una oportunidad inmejorable para probar que la gastronomía también es capaz de unir, de congregar, de convocar.

La joven, graduada de máster en cocina dulce en el Basque Culinary Center, la primera universidad gastronómica de España y una de las más prestigiosas del mundo, comenta en entrevista exclusiva para Excelencias que recibió con mucho agrado la invitación a participar en un evento tan exclusivo como el Festival del Habano: “Creo en el futuro de la cultura gastronómica cubana; y en ese sentido, el maridaje de un buen Habano con nuestros rones, me parece uno de los placeres más indescriptibles”.

Y es que no podía ser de otra forma, pues para Ketty, estereotipos aparte, Cuba sabe a ron y a tabaco; a rumba y salsa; pero también a café, a arroz con frijoles, carne de cerdo y buen mojito criollo. Son estos algunos de los elementos que gusta compartir con los miles de seguidores que tiene, a través de sus redes sociales https://www.facebook.com/ketty.fresneda.1 y su muy activa cuenta en Instagram  @kettymchef6.

Respecto a su participación en el Festival señala que está encantada de poder asistir. “Todo lo relacionado con la cultura de mi tierra, será siempre una posibilidad de crecer más. Es curioso, no soy fumadora de cigarro, sin embargo, jamás me resisto a un buen Habano. Pienso que un evento como este es muy valioso y espero poder participar en más de uno de ellos, me siento cubana y sobre todo cuando estoy en mi tierra fumando un Habano. Quiero disfrutar de todo aquello cuanto pueda hacer y aprender de todo lo que me puedan aportar”.

De los muchos atractivos que posee el universo del tabaco, a Ketty lo que más le fascina es “su olor, la historia que guarda, que seamos maestros artesanos a nivel mundial y el hecho de poder decirlo con orgullo. Tenemos el mejor tabaco del mundo y yo me siento satisfecha de presumir de ello. Siempre que tenga excusa para abrazar a mi tierra y su cultura, mientras la agenda me lo permita, lo haré”.

En estos momentos los pensamientos y planes de la joven chef están encaminados a la búsqueda de un local para, como le gusta decir, “montar su rinconcito”, en el cual no faltará el homenaje a Cuba y su identidad. También está retomando su profesión, la nutrición. Respecto a las proyecciones futuras afirma que no se afana demasiado por el día de mañana, o al menos, lo intenta. “Cada día trae su propio afán, así que en principio trabajo mucho y me planifico según con lo que tengo a mi alcance”.

Al final de la entrevista le planteamos el tema del vínculo entre la gastronomía y el mundo de los Habanos, y le preguntamos dónde se entrelazan ambos ámbitos y qué los hace tan especiales. Para Ketty Fresneda la respuesta está muy clara: “Hoy día la gastronomía es más que comer, es un conjunto de prácticas ligadas al hedonismo, que gira en torno a muchos productos. Degustar una buena carne, maridarla con un excelente vino, tener música de fondo y la sobremesa final con la posibilidad de acabar disfrutando rones y Habanos, creo que es una experiencia completa, absoluta plenitud. En mi opinión, la creación de hilos conductores en torno a lo que evocan nuestros Habanos y nuestros rones, debería ser concepto obligatorio en la cultura gastronómica emergente”.