La cirugía bariátrica permite devolverle al paciente, en gran medida,
 el bienestar que la obesidad le había quitado

Si algo le han dejado claro al doctor en Ciencias, Miguel Ángel Martínez Alfonso, en las últimas dos décadas, es cuánto puede cambiarle, para bien, la vida a una persona cuando se le realiza un tratamiento de salud oportuno y riguroso.
La cirugía bariátrica, uno de los programas líderes del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso (CNCMA), es un conjunto de técnicas dirigidas a reducir la capacidad del estómago y alterar el recorrido intestinal, con el propósito de evitar la absorción de grasas y nutrientes durante el proceso digestivo. Este proceder quirúrgico permite devolverle al paciente, en gran medida, el bienestar que la obesidad le había quitado.
Esta enfermedad es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, renales, respiratorias e incluso, problemas articulares; muchas de las cuales llegan a provocar la muerte del individuo. Sus implicaciones también llegan a lacerar la autoestima de las personas que la padecen, quienes asumen su imagen corporal de un modo negativo, sufren depresión, estigmatización y aislamiento. De ahí que este tipo de cirugías se convierta en una verdadera necesidad para algunos pacientes, pues entre las opciones de tratamiento estas técnicas desempeñan un importante rol.
Con una experiencia consolidada de cerca de 3000 cirugías esofagogástricas, entre las que se destaca la cirugía bariátrica, el CNCMA tiene un sólido trabajo en la aplicación de las técnicas estandarizadas y reconocidas a nivel mundial en este último procedimiento. Una de ellas es manga gástrica, mediante la cual se extrae aproximadamente el 80% del volumen del estómago y se disminuye la capacidad del mismo, así como la presencia de células que estimulan el apetito. Otra de las técnicas es el bypass gástrico, en el que la pérdida de peso se produce al combinar la reducción del estómago con una derivación intestinal que reduce la absorción de los alimentos.
“Contamos con equipamiento y tecnología de primer nivel para el desarrollo de  estas técnicas, como los suturadores mecánicos, que humanizan extraordinariamente la cirugía y nos ha permitido alcanzar resultados exitosos”, expresó el doctor Martínez Alfonso.
A juicio del también profesor titular e investigador auxiliar, múltiples son las ventajas de la cirugía bariátrica por técnicas de mínimo acceso. Apenas unas décadas atrás, estas intervenciones solo eran posibles mediante incisiones de gran tamaño que ocasionaban una elevada morbimortalidad. “Las grandes heridas en el paciente obeso traen aparejadas complicaciones diversas, entre las que destacan las infecciones, las hernias y el tromboembolismo, que causa el tiempo prolongado en cama”.
“Pero –apuntó– las intervenciones por vías laparoscópica permiten al cirujano operar con alta precisión en el interior de la cavidad abdominal, así también se logra una rápida recuperación, menos dolor postquirúrgico, breve incapacidad y pocos daños al organismo; lo cual funciona como profilaxis para las mencionadas complicaciones y eleva la calidad de vida de los pacientes”.
Desde el año 2004 comenzó a realizarse en el CNCMA –hoy centro de referencia nacional y con alto prestigio internacional en estos procedimientos– la cirugía laparoscópica bariátrica.
La característica distintiva de este servicio es el trabajo con un equipo multidisciplinario conformado por profesionales de la institución, junto a los de otros centros líderes en el país como el Instituto de Endocrinología. El equipo incluye a especialistas en nutrición, psicología, endocrinología, cirugía, anestesiología y cardiología, entre otras; de acuerdo con las características de cada paciente, el que es evaluado de manera integral antes de ser sometido a la intervención quirúrgica.
Una vez obtenidos los resultados de pérdida de peso, muchos pacientes necesitan de una cirugía reconstructiva. Para esos casos la institución cuenta con expertos en cirugía plástica de amplia experiencia.
El especialista manifestó que los pacientes tributarios a estas técnicas son aquellos adultos menores de 65 años que padezcan obesidad severa y enfermedades crónicas no transmisibles asociadas, con más de 5 años de tratamiento médico no quirúrgico sin éxito, no drogodependientes y que tengan conciencia de la necesidad de cambiar su estilo de vida, así como pleno conocimiento de la cirugía que se les aplicará.
Alrededor de 650 millones de personas en el mundo padecen obesidad o sobrepeso. De ellos, 124 millones son adolescentes y jóvenes y 41 millones de niños menores de 5 años. Muchos de estos encuentran en la cirugía bariátrica un nuevo camino de bienestar y salud.