Campeonato Mundial de Cocina de Testículos

En una remota aldea en las montañas de Serbia se celebró el séptimo Campeonato Mundial de Cocina de Testículos, que reunió a chefs de todo el planeta especializados en preparar platos a base de testículos de toro, jabalí, camello, avestruz e incluso canguro. La competencia incluyó platos como pizza de testículos o testículos en salsa bechamel sazonados con especias de la región, que fueron degustados por los invitados y los habitantes locales, acompañados de grandes cantidades de cerveza y vino. En Serbia, como en otras partes del mundo, muchos creen que los platos, llamados “riñones blancos” en serbio-croata, son ricos en testosterona y pueden influir como estimulantes del líbido masculino.

Alimentan vacas canadienses con vino tinto

Janice Ravndahl, dueña de la granja Sezmu Meats situada a 300 kilómetros de Vancouver, Canadá, se ha propuesto darle un sabor excepcional a la carne que produce alimentando a sus vacas con vino tinto. Cada animal recibe un litro de vino que se mezcla con la alimentación habitual y, en algunos casos, se le da directamente de la botella si así le gusta más. Aunque al principio hubo algunas vacas que rechazaron este “alcoholismo” impuesto, ahora todos los animales se han adaptado a recibir su botellita durante un plazo de 90 días antes del sacrificio, algo que los chefs atestiguan que repercute en una carne de mayor calidad, pero también en el caracter de los propios animales, que según su propietaria “ahora lucen más felices”.

¿Restaurante de carne humana?

Un nuevo restaurant abierto en Berlín por el brasileño Eduardo Amado ha generado una gran polémica, al colgar anuncios en Internet donde invita a los ciudadanos a donar parte de su cuerpo para poder servir platos de carne humana. En Flimé, nombre del local, según su propietario se servirán comidas originarias de la cultura wari, un pueblo de la selva amazónica, quienes consideran que “la alimentación es como un acto espiritual en el que se asume el alma y la fuerza del ser que ingerimos”. Para ser donante hay que pasar varios exámenes médicos, en el caso de las mujeres certificar que no está embarazada, e incluso declarar si consume tabaco, drogas o alcohol. Lo extraño es que, por más loco que parezca, a pesar de la polémica generada ya hay varias personas dispuestas a donar parte de su cuerpo para que sea guisada en el restaurante.