LAS ETIQUETAS DE LOS VINOS ESTADOUNIDENSES NOS BRINDAN LAS INFORMACIONES NECESARIAS PARA ENTENDER QUÉ ESTAMOS BEBIENDO. PERO ANTE LA DUDA DE UNO U OTRO CONCEPTO SOLO HAY UN CONSEJO: CONFÍE EN LAS GRANDES MARCAS

Después de sintetizar en artículo anterior las regiones y uvas más importantes en Estados Unidos, es imprescindible referirse a las leyes que rigen la elaboración de vinos de ese país. Derivado de esto, es necesario entender la terminología utilizada en etiqueta que brinda información importante sobre el contenido de la botella.
Primero que todo, la ley del vino de Estados Unidos no es tan estricta como son las leyes europeas. Aunque en ambas se definen los límites geográficos de las regiones y zonas vitivinícolas a partir de características de clima y suelo homogéneas, en Estados Unidos no se especifican variedades obligatorias en cada lugar ni métodos de vinificación a respetar de forma imperativa. Esto ha permitido que los productores estadounidenses experimenten y elaboren libremente diversos tipos del caldo. La historia y la experiencia ya han dictado definiciones, sin embargo.
En cuanto a regiones y zonas vitivinícolas, todo empezó en 1978 cuando el Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego estructuró los requisitos para el establecimiento de un Área Vitivinícola Estadounidense o AVA (abreviatura del término en inglés American Viticultural Area). En 1980 se registró la primera AVA, en Augusta, Missouri. A partir de ese año, el incremento de estas AVAs ha sido vertiginoso, actualmente el país cuenta con más de 200.
Identificamos entonces estas áreas con nombres en etiquetas tales como Carneros, Napa Valley o Willamette Valley, por citar solo tres. Estos nombres indican que el 85% de las uvas utilizadas para elaborar los vinos provienen de estos lugares. No obstante, son tres ejemplos también de extensiones territoriales diferentes, donde el concepto terroir puede llamar a debate, más aún si los vinos provienen de orígenes tan amplios como un condado (ej. Mendocino County), una zona completa (ej. California North Coast) o todo un estado (ej. California).
Otras definiciones también tienen algunas regulaciones. Un vino debe contener como mínimo 75% de la uva mencionada en etiqueta. Oregón, sin embargo, ha elevado este porcentaje a un 90.
Llama la atención que algunos vinos estadounidenses, sobre todo de California, se refieran a contenido de variedades de uvas sin mencionarlas explícitamente.  Tal es el caso del término Meritage (blanco y tinto). Este nombre en etiqueta se refiere a vinos elaborados al estilo bordelés. Siendo así, la Meritage Association dispone que al menos se utilicen dos de las variedades de uvas típicas de Burdeos, Francia. A saber, cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, malbec y petit verdot, en tintos, o sauvignon blanc y sémillon en blancos.
Otro ejemplo californiano de lo anterior es fumé blanc. Este término en etiqueta se refiere a un vino producido con la variedad sauvignon blanc, implicando también que esta uva fue sometida a un envejecimiento en barrica.
Curiosamente, no era ilegal encontrarse nombres confusos en los vinos estadounidenses en años anteriores. Apelaciones famosas pertenecientes a países europeos como Chablis, Chianti, Burgundy, Madeira, Port, Sherry y muchos otros formaban parte de los catálogos de vinos de una gran parte de las bodegas estadounidenses.
El objetivo era que el comprador identificara en esos vinos patrones de estilos similares a los originales (blancos secos, tintos de medio cuerpo, fortificados, dulces, etc.). Aunque no en desuso actualmente, una gran mayoría de las bodegas evita estos calificativos y utiliza las denominaciones propias estadounidenses, que con el paso del tiempo han demostrado que nada tienen que envidiar a las europeas.
Es curioso también que según la ley del país al menos el 95% del vino elaborado debe provenir de la añada señalada en etiqueta. Esta regulación se aprobó a partir de la petición de importantes enólogos, quienes querían tener un mínimo margen para agregar a los vinos envejecidos en pequeñas barricas.
Las etiquetas de los vinos estadounidenses nos brindan las informaciones necesarias para entender qué estamos bebiendo. Pero ante la duda de uno u otro concepto, solo hay un consejo: confíe en las grandes marcas.
La tercera parte de este artículo se dedicará totalmente a personalidades y bodegas que han marcado pautas en la enología de Estados Unidos.

U.S. Wines: A Growing Pleasure (2)
After having summarized the main regions and grapevines in the United States in a previous article, it’s important to spell out the laws that control the wine-making process in that country. Therefore, it’s necessary to understand the terminology used on labels, which provides important information on the content of the bottle. If any doubt comes up related to the concepts, there is only one piece of advice: pin your trust in the big-ticket brands.