Este es el primer auto eléctrico del fabricante checo, marca que pertenece al grupo VAG. El Škoda Octavia Green E Line es una evolución del Octavia Combi, totalmente eléctrico, que se va a probar este año para evaluar su viabilidad. No son pocos ya los fabricantes que están experimentando con una transformación eléctrica de un coche de producción.

El conjunto de baterías está formado por 180 pilas ión-litio con una capacidad de 26,5 kWh. Pesa 315 kg y está alojado bajo el piso del maletero, reduciendo la capacidad original en 115 litros, es decir, 490 litros de maletero efectivos. La habitabilidad interior permanece invariable. Estas baterías pueden cargarse, estando casi agotadas, en ocho horas con una toma de corriente normal o en hasta cuatro horas con 400 voltios. El motor eléctrico tiene 60 kW de potencia continua y 86 kW en pico, es decir, el equivalente a 115 CV. El par máximo es 270 Nm, más que el 1.6 TDI de 105 CV. Acelera de 0 a 100 km/h en 12 segundos, es casi igual de rápido que el mencionado diesel. Una flota de estos prototipos se utilizará para pruebas, de momento no hay planes definidos de comercialización, y seguramente si sale a la venta no será con la generación del Octavia actual. Un detalle importante son las placas solares en el techo que ocupan una gran superficie. El comunicado de prensa no explica su finalidad, seguramente sean un apoyo para la energía de consumidores secundarios como la toma de 12 voltios, faros LED, equipo de música, entre otros. Más de uno podrá pensar que se utilizarán para recargar el coche estando parado. Pero eso es casi imposible debido a la densidad de las placas actuales. Para lograr eso habría que tener el coche parqueado a la intemperie durante meses. Tiene el triple de placas que un Toyota Prius con techo solar, pero las del Prius solo valen para la recirculación forzada de aire cuando el coche está parado. En el interior se advierten algunos cambios además de la evidente transformación del tablero de instrumentos para adecuar al coche a su nueva realidad.